Participaron 35 personas y cada una realizó un libro como trabajo final. Los ejemplares serán destinados a instituciones para infancias y personas adultas.
El municipio ofreció, a través de la Dirección de Discapacidad, un taller de lectura y escritura en sistema Braille para seguir trabajando en una ciudad inclusiva, mostrando otras formas de comunicación y derribando barreras sociales y educacionales.
El taller consistió en seis clases de dos horas cada una, en el que se utilizaron pizarra de Braille, punzón y el material correspondiente para el aprendizaje. Luego de las seis clases, los alumnos y alumnas entregaron un libro o un material en braille con texturas que se donarán a instituciones.
En el marco de la entrega de los trabajos, la profesora de enseñanza especial en discapacidad visual del municipio, Gabriela González, contó sobre la experiencia: «Dimos este curso de sistema Braille en la Biblioteca Argentina junto al Servicio de Lectura Accesible, al que asistieron 35 personas, con el objetivo de difundir este sistema de comunicación de las personas con discapacidad visual, un sistema en relieve con puntos que se leen con las yemas de los dedos. Se anotaron docentes, estudiantes de la Universidad, personas con discapacidad visual que querían aprender, y la verdad fue muy valioso, fue muy enriquecedor».
Sobre los contenidos y la forma de aprendizaje, Gabriela menciona que se comienza con el abecedario en braille, aprendiendo cada letra, se van combinando los puntos y así se van formando las letras, los números y los signos de puntuación. «Se van armando las oraciones y los párrafos. Después se aprende a leer con la yema de los dedos, que lleva un poco más de tiempo, pero se puede. Es importante difundir que las personas con discapacidad visual utilizan este sistema para acceder a la información, a la educación y a la cultura», agregó.
Acerca de la evaluación, la profesora contó que los alumnos y las alumnas deben hacer la entrega de un libro en Braille para donar a instituciones de la ciudad que realmente lo necesitan. «Estamos recibiendo los trabajos realizados por los alumnos que la verdad son muy lindos, y habrá muchas personas que se beneficiarán con estas producciones. Estuvimos hablando para entregar la semana próxima a una escuela de niños con discapacidad visual, también se entregarán al Servicio de Lectura Accesible de la Biblioteca Argentina y al Centro de Rehabilitación de jóvenes y adultos Luis Braille», informó. Cabe destacar que en este último se ubica el primer mural en sistema Braille.
Sobre cómo fue la convocatoria Gabriela mencionó que en general se acercan personas que quieren aprender para estar preparados para comunicarse con las personas con discapacidad, otras porque tienen alumnos y de esta manera pueden preparar otro tipo de material, y por supuesto, las personas con discapacidad visual que querían aprender de manera personal.
En primera persona
Acceder a la posibilidad de alfabetización, es mucho más que un conocimiento, es un derecho, siendo la puerta a nuevas formas de comunicarse. En ese sentido, Patricia Cabrera es una de las alumnas que se anotó para aprender este sistema. «Hoy hablamos de la inclusión y por eso siento que hay que involucrarse, y estos cursos te conectan. Uso lentes, tengo mucho aumento y considero que en algún momento este modo de escritura y de lectura lo voy a necesitar, pero más que nada es para acercarme a mis pares con conocimiento y poder ayudar si alguien lo necesita», dijo.
Para ella la experiencia fue maravillosa no solo por lo que aprendió, sino por cómo se conectó con los demás. «Fue muy gratificante el aprendizaje, porque uno que ve parece que todo está bien, es normal, pero vas aprendiendo lo que otra persona necesita para lo cotidiano de su día a día, es genial y es una forma de comunicación muy importante. Cuando lo aprendés, de la manera que lo aprendimos porque la profesora tiene una forma de enseñar muy linda, te queda y lo estudiás con ganas. Así que me siento feliz», señaló.
Sobre el libro que armó como trabajo final del taller contó que se decidió por hacer dos fragmentos de dos cuentos distintos. «Son cuentos que hablan de la amistad, de la inclusión y el amor, del día a día, pensado para las infancias. El próximo viernes vamos a donarlos y eso también es muy importante, que otras personas lean tu trabajo, porque si bien no escribí hice el trabajo de traducirlo al Braille», detalló.
«Hoy en día la palabra empatía se usa un montón pero no se pone tanto en práctica, siento que falta incluirla en nuestro día a día. No quedarnos solo en la palabra, sino usarlo. Y siento que esta es una forma de ser empáticos con el otro», finalizó.
Asimismo, Valentina Olivera, otra de las alumnas, contó que estudió el profesorado de Geografía, donde tuvo una materia que es Educación y Discapacidad, en la que hizo unos mapas interactivos con personas con disminución visual, pero le quedó pendiente aprender Braille para implementarlo al mapa. «El curso fue muy lindo. Pensé que era mucho más difícil, creo que en la práctica fue cuando realmente aprendí. También con la profe Gabriela fue muy gratificante y me pareció que en pocas clases aprendimos un montón», contó.
Acerca el aprendizaje en grupo Valentina menciona que le gustó mucho la manera en que fueron sacándose dudas en conjunto. «Nos fuimos sacando las dudas entre nosotras, nos fuimos ayudando. Nos apoyamos entre nosotras y fue algo que compartimos. Éramos bastantes mujeres, estaría buenísimo que se sumen más hombres», agregó.
Sobre su trabajo final explicó que realizó tres mapas con divisiones geográficas en las que en cada división implementó el sistema Braille. «Traté de implementar no solo lo interactivo con el mapa, sino también con la escritura en Braille», dijo y de esa manera aplicó su profesión de manera inclusiva.
Finalmente, Valentina alentó a que más personas se animen a aprender este sistema, y que es accesible debido al taller del municipio que lo ofrece de manera gratuita.
Sobre el Sistema Braille
El Sistema Braille fue ideado a mediados del siglo diecinueve por el francés Louis Braille, que se quedó ciego debido a un accidente en su infancia. Cuando tenía trece años, el director de la Escuela de Ciegos y Sordos de París –donde estudiaba el joven Braille– le pidió que probara un sistema de lectoescritura táctil inventado por un militar llamado Charles Barbier de la Serre para transmitir órdenes a puestos de avanzada sin tener necesidad de delatar la posición durante las noches. Louis Braille descubrió que el sistema era válido y lo reinventó utilizando un sistema de ocho puntos. Al cabo de unos años lo simplificó dejándole en el sistema universalmente conocido y adoptado de seis puntos.
Con el Sistema Braille pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música, entre otros. El Braille consiste en celdas de seis puntos en relieve, organizados como una matriz de tres filas por dos columnas, que convencionalmente se numeran de arriba abajo y de izquierda a derecha. Existen signografías Braille para representar taquigrafía (Braille estenográfico) y para representar notaciones matemáticas en el Código Matemático Unificado y Musicografía.
El signo generador representa cada celdilla de la pizarra, es la base de todas las combinaciones para la escritura de cada letra, signos de puntuación y expresión, simbología matemática y musicografía. Está formado por seis puntos cuya organización va determinando cada símbolo.
Mediante estos seis puntos, se obtienen 64 combinaciones diferentes. La presencia o ausencia de punto en cada posición determina de qué letra se trata.