Para el Ministerio Público Fiscal quedó acreditada la participación de dos hombres y una mujer en la captación de un niño de cuatro años de edad con la finalidad de cobrar un rescate por la suma de 2 millones de pesos. El próximo martes se conocerá el veredicto.
El fiscal a cargo de la Fiscalía General ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tucumán, Pablo Camuña, y la auxiliar fiscal Valentina García Salemi solicitaron anteayer penas de hasta trece años de prisión para tres personas acusadas del secuestro extorsivo de un niño. Para los representantes del Ministerio Público Fiscal, quedó demostrada la participación de Roque Sebastián Soria Galván, Sonia Natalia Sileo y Amado Ismael Ale en la captación de la víctima, de cuatro años de edad, con la finalidad de cobrar un rescate por la suma de 2 millones de pesos.
Para los representantes del Ministerio Público Fiscal, los tres acusados se dividieron las tareas de un plan común, sustrajeron de su casa al niño, y lo retuvieron y ocultaron para exigir por él el pago de una suma de dinero a su familia. El 9 de marzo de 2020 por la noche, el niño fue sacado de su domicilio sin conocimiento de sus familiares. En ese momento, estaban en el hogar la madre de la víctima junto a Sileo, a quien conocía desde hacía muchos años y con quien tenía un vínculo de amistad.
Según los testimonios recibidos en el juicio, la madre del niño comenzó a sentirse mareada y perdida y no podía unir las palabras. Para la fiscalía Sileo aprovechó esa situación para entregar el niño a Soria Galván. Y este lo llevó a su propio domicilio, donde fue recibido y retenido por Amado Ale. Mientras era mantenido secuestrado, sus captores llamaron por teléfono a sus padres exigiendo un rescate de 2 millones de pesos. En una de las comunicaciones, el padre del niño manifestó no tener ese dinero, por lo que el extorsionador le dijo que su cuñado había cobrado una indemnización, por lo que debía pedirle ese monto a él.
De acuerdo con la reconstrucción de la fiscalía, al momento en que se produjo la intervención de la policía de la provincia de Tucumán todos los adultos fueron llevados a la comisaría. Allí, tanto Soria Galván como Sileo comenzaron a cometer errores y a actuar de manera que despertó sospechas en el personal policial, particularmente ante la negativa de ambos de entregar sus teléfonos celulares, que finalmente fueron hallados escondidos dentro de la camioneta de Sileo, estacionada en la puerta de la dependencia policial. Cuando la investigación ya estaba encarrilada hacia ambos acusados, y pese a no haberse efectuado el pago, el niño fue abandonado en la vía pública por Ale durante la madrugada siguiente al día del secuestro, y fue encontrado por vecinos de la zona.
Los secuestradores sabían que el cuñado del padre del niño había cobrado una indemnización y en el llamado extorsivo le dijeron que recurriera a ese dinero para pagar el rescate.
En el hecho intervino inmediatamente, mientras se encontraba en curso, la Fiscalía Federal N° 1 de Tucumán a cargo del fiscal Carlos Brito, quien dio las instrucciones a las unidades policiales que se movilizaron masivamente para dar respuesta frente a la acción delictiva.
Las participaciones criminales y el pedido de penas
Para el Ministerio Público Fiscal, Roque Soria Galván fue el encargado de organizar el secuestro y otorgar a los demás sus roles específicos. Bajo esta teoría, fue él quien sustrajo al niño de su casa y lo entregó a Ale para que lo retuviera y ocultara mientras él realizaba las llamadas extorsivas. En esa cadena de responsabilidades, Sileo fue acusada de asegurar el secuestro al generar el estado tóxico en la madre del niño, montar una escena en la casa, entregar el niño a Soria Galván y asegurarse de que el hecho no trascendiera, distrayendo la atención y evitando en un primer momento que se hicieran llamadas a la policía. También requirió insistentemente al tío de la víctima que entregara el dinero del rescate. Por último, Amado Ale fue dispuesto por Soria para retener al niño, hasta que no pudo comunicarse con él porque éste había descartado su teléfono y estaba en poder de la policía.
Para Camuña y García Salemi, la decisión de Ale de abandonar al niño en la vía pública en plena noche para evitar ser responsabilizado provocó en la víctima ataques de angustia, dificultades de desarrollo, llantos repentinos y un temor constante a ser abandonado. Sin embargo, esta misma acción fue considerada como atenuante de la pena para Ale, ya que produjo el efecto principal de la libertad de la persona secuestrada, previsto en el artícul 170 último párrafo del Código Penal.
Por estos motivos, para los tres acusados el pedido de penas fue por considerarlos coautores penalmente responsables de secuestro extorsivo agravado por ser la víctima menor de 18 años y por pluralidad de autores, con un pedido de trece años de prisión para Soria Galván, diez años de prisión para Sileo y seis años y seis meses para Ale. La sentencia se conocerá el próximo martes.