Ex alumnos que residen en la ciudad y en el exterior, cuentan su experiencia en la institución donde dieron sus primeros pasos artísticos.
En sus 93 años de historia, por la Escuela Municipal de Danzas y Arte Escénico Ernesto de Larrechea pasaron miles de alumnos. Muchos de ellos, comenzaron su carrera artística en esta institución sin imaginar que ese sería el lugar donde encontrarían su vocación.
La Escuela se convirtió así en un semillero de artistas de la danza y las artes escénicas, que después de años de formación, decidieron apostar a convertir su pasión y hobby en una profesión estable. Entre ellos se puede mencionar a la creadora de comedias musicales del Teatro El Círculo, Nora González Pozzi; Marcela Braganglo, bailarina que reside actualmente en Nueva York; Tatiana D’Agate actriz consagrada en Buenos Aires, y Marcela Ruiz, integrante del grupo de improvisación actoral The Jumping Frijoles.
Talento local
Cada año la Escuela Municipal cuenta 800 alumnos en su matrícula, que asisten tanto a la clases de danza como de teatro. Nora González Pozzi, creadora de la Escuela de Comedias Musicales del Teatro El Círculo, contó su paso por la la institución municipal que marcó su camino y su estilo de trabajo.
Cuando era pequeña, su madre la llevó a audicionar a los Altos del Mercado Central, donde se ubicaba la Escuela en aquel entonces. “Cuando empecé a asistir, el director de la institución era Ernesto de Larrechea. Durante doce años fui prácticamente todos los días a bailar danza clásica, folclore, danza españolas y teatro. Era mi programa preferido de todas las tardes después de ir a la escuela, porque no solo era estudiar sino que también preparábamos espectáculos y los llevábamos los fines de semana a hospitales, a distintos barrios de la ciudad, porque la idea de Ernesto siempre fue realizar presentaciones para las personas que normalmente no tenía acceso al arte”, recordó con orgullo.
Para Nora, Ernesto de Larrechea era un ejemplo a seguir ya que transmitía en todo lo que hacía una gran pasión. “Dicen que la infancia marca la vida de las personas y justamente el paso por la Escuela Municipal marcó mi trayectoria, fue a raíz de observar a Ernesto dirigir cuando nació mi vocación por tener una escuela y dirigir, que es finalmente lo que logré en el Teatro El Círculo”, concluyó.
Todos los fines de semana, la actriz rosarina Marcela Ruiz participa de las funciones del consolidado grupo de improvisación teatral The Jumping Frijoles. Su historia en las tablas se remonta a mediados de los 90 cuando era alumna de la escuela Larrechea. Marcela recuerda con cariño a María José, María Esther y Patricia, sus tres maestras. Cuenta que aún tiene amigas de aquellos años e incluso trabaja junto a otros ex alumnos que participan del grupo de improvisación. “Fue el puntapìé inicial en mi carrera y celebro que después de tanto años siga funcionando, renovada y de pie”, halagó.
Alrededor del mundo
Además de los egresados que apostaron a seguir trabajando en la consolidación de la cultura y el arte local, se pueden contar otros tantos ex alumnos de la Escuela han desarrollado su carrera fuera de la ciudad.
Ese es el caso de Marcela Braganglo, bailarina y pedagoga rosarina que vive hace varios años en Nueva York, donde enseña y recorre las principales capitales de ballet. Marcela comenzó con once años, “venía de una escuela de barrio en Parque Field y esta institución fue mi primera experiencia porque fue ahí donde me di cuenta que el ballet podía ser algo profesional en mi vida”, aseguró.
Recuerda la calidad y calidez de la Escuela y cuenta que después le fue difícil encontrar ese mismo ambiente profesional en Europa. Hace algunos meses pudo volver a Rosario para dar clases en la Larrechea y luego de esa experiencia recibió la visita de una de las alumnas, Dana, en su estudio en Nueva York, mostrando la calidad de los lazos que se establecen entre profesores y alumnos.
El recuerdo es también compartido por Tatiana D’Agate: actriz, directora y productora teatral que vive en Buenos Aires y se formó con reconocidos artistas como Cristina Banegas y Mauricio Kartun. “Empecé cuando tenía ocho años y fue una educación troncal en mi vida”, dijo sobre la Escuela. Tatiana comenzó en el año 1995 y menciona a las tres profesoras que tuvo en esos años: María José Sesma, Patricia Gualino y María Esther Lucero: “Cada una con su impronta me marcó, desde la actuación, la expresión corporal y la literatura. Patricia me hizo descubrir lo que era escribir, gracias a ella hoy en día escribo. Ella me dio las herramientas para imaginar. María José fue una persona muy generosa conmigo porque cuando terminé la escuela quedé muy enganchada y quería estar y participar, por eso me daban tareas extras, la asistía en sus clases, desde lo pedagógico me dio muchas herramientas para enseñar teatro. Finalmente, las clases de Maria Esther eran muy divertidas, teníamos un baúl con vestuario que amábamos, nos encantaba porque nos hacía actuar, era hermosa cuando relataba, contaba historias, me parecía la mejor actriz del mundo”, relató emocionada. Para Tatiana, la Escuela Municipal representa lo más importante de su infancia y adolescencia. “Con los años me di cuenta lo completa que fue la formación, no solo en cuestiones técnicas sino en la calidad humana de enseñar, a esta institución le debo mi formación”, aseguró.
Durante el año 2017, la Municipalidad de Rosario desarrolló un plan de reacondicionamiento integral del establecimiento con importantes mejoras para el desarrollo de las actividades de la escuela que reabre sus puertas oficialmente el próximo 20 de julio.