Según el consumo de energía, la industria creció un 7,9% en enero

La industria continúa con el proceso de recuperación que mostró los últimos meses de 2020 y muestra números positivos también en el inicio del año: en enero, varios de los principales sectores industriales operaron entre un 10 y 20% por encima del promedio de 2019, previo al inicio de la pandemia por Covid-19.

Durante el mes de enero, el sector fabril, medido según el consumo de energía, se expandió 7,9% interanual y 4,6% desestacionalizado. Así se desprende del informe de Panorama Productivo de diciembre elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI), en el que detalla que este crecimiento fue traccionado por ramas como la industria manufacturera, “que para el último bimestre del año no solo habían recuperado lo perdido por la pandemia sino que también habían logrado ubicarse entre 4 y 5% por encima de los últimos meses de 2019”.

De acuerdo al índice adelantado de actividad industrial del CEP XXI (que toma como insumo el consumo de energía en las principales plantas industriales) el sector fabril tuvo una expansión empujado por ramas como la automotriz (+17,5% interanual), la de materiales para la construcción (los despachos de cemento subieron 19,2% interanual en enero y las de las grandes empresas de la construcción nucleadas en el Grupo Construya lo hicieron en 24%), la de caucho y plástico (con una expansión interanual del 14% en el consumo de energía) y particularmente la siderurgia.

De acuerdo a datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo subió 24,3% interanual, la fabricación de laminados en caliente fue la mayor desde enero de 2008 y la de laminados en frío la mayor desde enero de 2005. El buen desempeño de este sector obedece a la intensa demanda que está registrando desde sectores como construcción, automotriz, maquinaria agrícola y metalmecánica.
El uso de la energía también arrojó el dato de que el 53% de las más de 1.000 plantas industriales relevadas consumieron más energía en enero de 2021 que en el mismo mes de 2020.

En este sentido, el consumo de energía desestacionalizado en la industria automotriz fue 20% superior al del promedio de 2019, el de la metalmecánica fue 18% superior, el de textil y cuero 15%, el de metales básicos 13%, el de minerales no metálicos 12% y el de caucho y plástico 10%. A su vez, en todos estos sectores -que explican alrededor del 35% del PBI industrial- hubo crecimiento mensual desestacionalizado, se detalla en el informe del CEP XXI.

Entre las razones que explican los números de enero, el CEP XXI encuentra:
a) la recuperación de la demanda en ramas como electrodomésticos -con la ayuda del programa Ahora12-, maquinaria agrícola, industria automotriz y la de materiales para la construcción;
b) la sustitución de importaciones, como por ejemplo que en enero los patentamientos de autos nacionales fueron el 47% de los totales, cuando hace año fueron del 29%;
c) enero tuvo una particularidad: hubo menos paradas de planta por vacaciones que en otros años. Esta anomalía no se estuvo dando en febrero, en donde en los primeros días del mes se observó un ritmo de crecimiento más parecido al de los últimos meses de 2020.

La recuperación en la actividad industrial está impactando positivamente en el empleo formal. De acuerdo a datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en noviembre de 2020 hubo 8,4 mil puestos de trabajo más en la industria manufacturera que en el mismo mes de 2019, y se creó empleo por sexto mes consecutivo, algo que no ocurría desde 2015. Sin embargo, ese incremento en la creación de puestos de trabajo es heterogénea según la actividad e incluso dentro de la propia industria y depende mucho de la performance de cada sector.

América Latina: recuperación de las economías regionales

A nivel regional, el informe indica que el crecimiento sostenido de los precios de las materias primas durante el último año permitiría mejorar las perspectivas de recuperación de las economías locales. A modo de ejemplo, los aumentos en granos, cobre y petróleo suponen una mejora sensible en los términos de intercambio, en un contexto en el que China -principal comprador de alimentos, metales y energía- prevé una expansión económica que podría ubicarse por encima del 8% en 2021.

Además, la última previsión del Fondo Monetario Internacional corrigió al alza la previsión de crecimiento para la región, al 4,1% en 2021, superior al 3,6% de previsto realizada en octubre.