Veintiún millones de pobres y 6 millones de hambrientos.
Los datos se desprenden del informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) que analiza el impacto social de la pandemia en el segundo trimestre de 2020 y realiza el mapa argentino de la pobreza y la indigencia.
“El Mapa Argentino del Hambre y la Pobreza” es el título del nuevo informe elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) de la Unidad Popular. Realizado por Claudio Lozano, Agustina Haimovich e Ignacio López Mieres y con la coordinación de Ana Rameri, el documento da cuenta del impacto social de la pandemia en las provincias, desglosando los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC sobre pobreza e indigencia.
“Este documento aporta un análisis de la evolución que experimentaron estos indicadores en el último período, lo cual adquiere especial relevancia a fin de mensurar los efectos que provocó la irrupción de la pandemia en las distintas jurisdicciones”, asegura el texto. Así, este material complementa el análisis de los resultados de pobreza e indigencia a nivel nacional que han publicado previamente.
En ese sentido, da cuenta de que si bien las medidas implementadas por el gobierno nacional como el IFE y las ATP “permitieron mitigar parcialmente el impacto de la emergencia económica, resultaron insuficientes para evitar el deterioro en las condiciones de vida de gran parte de los hogares”. Los números son contundentes: “La información publicada por el INDEC, que tiene una periodicidad semestral, indicó que las tasas de pobreza e indigencia al primer semestre del año 2020 llegaron al 40,9% y 10,5% respectivamente. Dichos resultados promedian, sin embargo, dos períodos muy disímiles: la situación presente al primer trimestre del año (cuando la pandemia aún no había golpeado en profundidad) y el segundo trimestre, cuando se registraron los efectos más fuertes de la crisis”.
Por ello, desde IPyPP infirieron las tasas correspondientes al segundo trimestre para aportar un análisis sobre la situación más reciente. De esta forma, “mientras que en el primer trimestre las tasas de indigencia y pobreza fueron del 8,6% y 34,7% respectivamente, en el segundo trimestre las mismas treparon al 12,4% y 47%. Ello implica que en ese período cayeron bajo la línea de la pobreza casi 5,6 millones de personas, llegando a un total de 21,3 millones de personas pobres. Asimismo, 1,7 millones de personas cayeron bajo la línea de indigencia, sumando un total de 5,6 millones de habitantes que no logran cubrir siquiera sus mínimas necesidades alimentarias”, aseguraron.
En cada provincia
Al analizar los datos de cada jurisdicción, el informe descubrió que “cinco provincias superan la tasa de pobreza registrada a nivel nacional (47%), encabezadas por la Provincia de Buenos Aires (53,9%), seguida por Chaco (50,8%), Salta (49,9%), Río Negro (48,4%) y Neuquén, con el 47,5%”.
De esa manera, “de los/as 21,3 millones de compatriotas pobres, el 44,3% (casi 9,5 millones) vive en la PBA. Por su parte, Santa Fe explica el 7,7% de las y los argentinos pobres (1,6 millones), Córdoba el 7,6% (1,6 millones), Mendoza el 4,3% (927 mil) y CABA el 3,5% (748 mil). En conjunto, estas cinco jurisdicciones concentran casi el 70% de la población pobre”, explicó.
En cuanto a los niveles de indigencia, se informó que Chaco (18,4%), Buenos Aires (15,7%), Santa Fe (15,3%) y Salta (13,9%) presentan datos superiores a la media nacional (12,4%). Y además, de los 5,6 millones de argentinos/as que no logran acceder a una alimentación básica por medio de sus ingresos, prácticamente la mitad (2,8 millones) reside en la provincia de Buenos Aires.
“El hambre y la pobreza son fenómenos que, en mayor o menor medida, se extienden a lo largo y a lo ancho del país”, sintetizó el informe. Además, advirtió que “la contracara de este flagelo social se encuentra en la elevada concentración de la riqueza en sectores muy reducidos de la población, que se ha intensificado producto de los crecientes niveles de desigualdad experimentados en las últimas décadas. De hecho, la información provista por el INDEC permite dar cuenta de que el 10% más rico de la población posee ingresos que en promedio son 25 veces mayores a los que percibe el 10% más pobre, brecha que se ha acrecentado en el último período”.
Asegurar un piso de ingresos
En este contexto, desde el IPyPP aseguraron que “resulta imperiosa la necesidad de fortalecer las capacidades del Estado para intervenir de manera decisiva en la matriz distributiva mediante políticas que asignen recursos suficientes para erradicar el hambre y la pobreza”. Aunque aclararon que “el paquete de medidas de contención implementadas resultó imprescindible para evitar el derrumbe de un tejido social en estado crítico”, el mismo “no logró ser suficiente para evitar un nuevo salto en los niveles de pobreza e indigencia”.
Por ello hicieron referencia al proyecto de Ley de Presupuesto 2021 presentado en el Congreso esta semana, ya que “recorta en su totalidad los recursos destinados a las políticas de contención implementadas en el marco de la pandemia, asumiendo llamativamente que la crisis epidemiológica se resolverá en lo inmediato, cuando no sólo la cantidad de contagios en promedio supera los 10.000 casos diarios hace ya tiempo, sino que restan aún varios meses para que la vacuna comience a producirse y a aplicarse en forma masiva. Incluso aunque finalmente se logre interrumpir la propagación del virus, el deterioro de las condiciones de vida provocadas por esta crisis inédita tardará aún más tiempo en recuperarse”.
Ante este panorama, alertaron nuevamente “sobre la necesidad de fortalecer los recursos asignados a estas políticas, en la medida que el contexto socioeconómico exige más que nunca un rol activo del Estado a la hora de asegurar un piso mínimo de ingresos que permita construir un umbral de dignidad para el conjunto de los hogares de la Argentina.
Leer y descargar informe completo