La edila, María Fernanda Gigliani, a través de un pedido de informes, advirtió y solicitó al municipio una urgente inspección sobre los trabajos que se realizan donde hace unos años atrás funcionara el boliche “Taura».
“Actualmente se avanza con obras aparentemente ejecutadas de manera irregular, dado que en el lugar no se encuentra ningún cartel que indique el otorgamiento de permiso de edificación.
También se puede observar una faja de clausura donde consta la intervención de un inspector de la Dirección de Obras Particulares”, señaló Gigliani.
“Esto no es extraño, si se analiza el comportamiento que a lo largo de los años han tenido las autoridades del club y lo contemplativos que fueron los representantes del Ejecutivo”, agregó la concejala.
Cabe recordar que había ingresado al Concejo una propuesta consensuada entre el club aludido y el municipio, donde se garantizaba que las obras a realizarse consistían en modernizar, reorganizar y mejorar la infraestructura y estructura edilicia existente, propuesta que no prosperó, caducando su trámite parlamentario en abril de 2019.
En ese sentido, Gigliani encomendó a la intendencia, a través de la repartición correspondiente, un informe sobre las obras que de están ejecutando. Y de constatarse el avance sin los permisos correspondientes que se proceda a la paralización de las mismas y la aplicación de sanciones previstas.
Fueron públicos los conflictos que desatará constantemente con los vecinos la habilitación precaria que tenía el complejo Taura, un local que funcionara como confitería bailable hace unos años atrás.
La concejala de Iniciativa Popular, sospecha de que las obras que se ejecutan irregularmente, están destinadas a poner a punto las instalaciones, para reabrir este conflictivo comercio de actividad nocturna.