Los días calurosos y húmedos pueden provocar riesgos especialmente a niños y adultos mayores, por lo que es importante la hidratación y evitar la exposición al sol.
La Secretaría de Salud Pública municipal y el Ministerio de Salud de Santa Fe recuerdan que ante las altas temperaturas se deben extremar las precauciones para evitar golpes de calor que afectan a personas de cualquier edad, aunque muy especialmente a ancianos y niños, y por esto es importante priorizar la hidratación y la nutrición.
Los síntomas de un golpe de calor son: dolor de cabeza palpitante, náuseas, temperatura corporal elevada, confusión, pérdida de conciencia, respiración y pulso rápido y fuerte, piel enrojecida, caliente y seca.
Ante cualquiera de estos síntomas es importante consultar al médico, trasladar al afectado a un lugar fresco y ventilado, ofrecerle agua, quitarle la ropa y mojar con agua fría todo el cuerpo. No se debe administrar medicamentos antifebriles, ni tampoco friccionar la piel con alcohol.
Recomendaciones para los niños:
- Ofrecer a los niños agua o jugos naturales en forma frecuente sin esperar a que los pidan.
- Ofrecer el pecho más seguido a los lactantes.
- No dar líquidos o comidas calientes o pesadas.
- Bañarlos o mojarles el cuerpo con frecuencia.
- Proponer actividades tranquilas y evitar juegos intensos.
- Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.
- Si deben transitar bajo el sol, ponerles sombreros y usar protectores solares (según indique el pediatra).
- Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros.
- Nunca dejar a los niños dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Recomendaciones para adolescentes y adultos:
- No consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido.
- Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
- Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.
- Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.
- Evitar comidas abundantes, ingerir verduras y frutas.
Para los ancianos también se recomienda que descansen en lugares frescos y ventilados, desabrigarlos y ofrecerles líquidos aunque no manifiesten sed.
Es importante destacar que en los casos de no estar afiliado a un servicio de emergencia privado, se puede llamar al 107, donde se evaluará la situación y se asistirá a los afectados.