«Una vez más, la ciudad de Rosario puso la solidaridad como bandera», señaló el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat. Todo lo recaudado se distribuyó a distintas organizaciones sociales.
Con un saldo ampliamente positivo de 500 kilogramos de ropa, calzado y juguetes, que se recaudaron gracias al aporte solidario de rosarinos y rosarinas, cerró la campaña «Si no lo usás, donalo», impulsada por el municipio.
La propuesta, lanzada a principios de julio, contó con 46 puntos de recepción distribuidos en todos los distritos de la ciudad, en las sedes de organizaciones sociales y clubes de barrio, que se sumaron a la iniciativa municipal.
Tras el cierre de la etapa de recepción y acopio, comenzó el proceso de organización, sistematización y distribución de materiales recaudados, que –a través de diversas organizaciones de la sociedad civil– fueron llegando a las niñas, niños y adultos mayores que lo necesiten.
«Una vez más en los momentos más difíciles, la ciudad de Rosario pone la solidaridad como bandera. Tanto los clubes como las organizaciones que se sumaron a esta movida solidaria, han trabajado de manera conjunta con el municipio durante la pandemia. Agradecemos nuevamente a estas instituciones como también a las organizaciones sociales que aportan su logística de trabajo y la llegada a las y los vecinos de cada barrio», sostuvo el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni.
Mientras que la presidenta de la Asociación Civil «Santísimo Rosario», Mirta, dijo que «nosotros en la asociación tenemos además otro lema: «Si te sirve, te lo llevás». Aquí reciclamos, reutilizamos, trabajamos con las telas que no están en condiciones para usarse pero que son útiles para hacer otras cosas, como un par de medias, escarpines o el relleno de un almohadón, así que todo es útil para nosotros, todo se recicla».
«Es el círculo de la solidaridad, lo que no usa uno lo puede aprovechar otro. La gente está muy agradecida, vienen chicos en ojotas y se van con sus zapatillas calzadas, o con su abrigo», agregó.
«Cuando llegan las donaciones, vemos qué necesita lavado, después qué necesita reparación, para eso tenemos las máquinas, los cierres, los elásticos, con lo cual podemos reciclar y darle vida a una prenda que quizás su destino era ir a la basura», continuó diciendo Mirta.
«Nosotros abrimos el roperito los viernes desde las 15, y la gente viene y se lleva lo que le sirve.La campaña que hizo la municipalidad ha sido muy importante, y bregamos para que la ciudadanía entienda que lo que no lo usa, otro lo pude usar», contó.
“Muchas de las donaciones llegaron directamente a las organizaciones que eran puntos de recepción, que ordenaron la ropa y juguetes recibidos para entregarlos directamente a vecinos y vecinas del barrio. En el caso de los clubes, la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat se encargó de retirar las donaciones y sistematizarlas para luego llevarlas a las instituciones barriales que luego se encargan de hacerlos llegar a quienes necesitan esos recursos”, explicó por su parte William Burgener, coordinador Programático de la Dirección de Integración Comunitaria.
La campaña solidaria «Si no lo usás, donalo» se puso en marcha en el marco de la red de cuidados que se constituyó a través del Plan Cuidar, para lograr articular el trabajo que se despliega desde el municipio junto a organizaciones sociales en los diferentes barrios.