El concejal Roy López Molina reclamó por el cumplimiento de la ordenanza que establece el uso de la pintura antivandálica para reducir la contaminación visual y proteger el mobiliario público.
La norma se sancionó en 2014 con el objetivo de impedir el pegado de afiches publicitarios, carteles y grafitis, desalentar las actitudes vandálicas, disminuir la contaminación visual, y contribuir con el mantenimiento, la limpieza y estética de los espacios públicos. Fue autoría de la entonces edila del Pro, Julia Bonifacio.
Al ingresar en el Palacio Vasallo un proyecto de decreto que encomienda a la Municipalidad el cumplimiento, López Molina lamentó que «desde su creación, ya con más de seis años de vigencia, la norma no ha sido puesta en ejecución, y somos testigos permanentes de la contaminación visual y la afección constante al patrimonio público que producen las pegatinas y pintadas».
El edil, vicepresidente del cuerpo, recordó que la norma tenía su origen en el exceso de publicidad gráfica que se pegaba en los postes de luz, las columnas de alumbrado público y los gabinetes de control del tránsito, entre otros elementos del mobiliario público, «ocasionando una contaminación visual severa y en detrimento de los elementos mencionados correspondiente al patrimonio público municipal», señaló.
La exigencia del bloque se da ante el inicio de una próxima campaña electoral, entre otros eventos que podrían agravar el problema.
La pintura antivandálica que hoy se encuentra a disposición es una solución ecológica que permite proteger paredes, elementos de piedra y de chapa o acero.
«Hay que tener en cuenta, también, que los trabajos que se realizan con posterioridadal accionar vandálico e ilegal, compromete seriamente recursos económicos y humanos para poder limpiar y pintar nuevamente», concluyó López Molina.