El secretario de Salud, Jorge Prieto, aseguró que a diferencia de Rosario sólo hay “conglomerados con nexos identificados” en el Centro-Norte de la provincia.
Desde el Ministerio de Salud de la provincia insistieron con la necesidad de reforzar los cuidados personales para reducir los contagios de Coronavirus. “Transitamos uno de los momentos más críticos, decisivos y que mayor responsabilidad social e individual demandan, porque el nivel de contagios aumentó significativamente”, afirmó el secretario de Salud, Jorge Prieto.
Si bien admitió que “en Rosario hay circulación comunitaria” (no se puede identificar el nexo y tampoco determinar adónde se contagió la persona), llevó tranquilidad y advirtió: “En el centro norte no tenemos circulación comunitaria sino brotes con nexos identificados, que conforman conglomerados de casos aislados, contenidos y asistidos; pero esos brotes aislados están en ascenso drástico, por lo que cualquier cuidado es poco”.
“Hoy estamos en condiciones de hisopar al núcleo íntimo de una persona con Covid positivo, como a sus contactos estrechos, que siempre deben guardar aislamiento por 14 días, desarrollen o no síntomas”, precisó al respecto.
En relación a los cuidados que hay que seguir manteniendo y profundizando apeló a no caer en “conductas negacionistas como que ‘a mí no me va a pasar’ o ‘es sólo resfrío’ ”, entre otras. “Eso es lo peor que podemos hacer porque no sólo ponemos en riesgo nuestra vida sino la de muchos otros”, advirtió el secretario de Salud.
Del mismo modo, enfatizó: “Desde el Ministerio de Salud vamos a repetir hasta el cansancio las medidas obligatorias y básicas de prevención: el uso de barbijo debe ser permanente, en cualquier actividad al aire libre, deportiva, recreativa, ámbito de trabajo público o privado; mantener una estricta distancia de dos metros; no compartir mates ni utensilios de uso común en casa sin estar bien lavados; y la higiene constante de manos con agua y jabón o con alcohol al 70 por ciento si no tenemos jabón a mano”.
Para cerrar, apeló a “no tener miedo ni vergüenza, ni ocultar lo que nos pasa”, si se desarrollan síntomas. “Los principales perjudicados somos nosotros si hacemos eso porque no recibimos atención en tiempo y forma, pudiendo poner en riesgo nuestra salud individual, y, fundamentalmente, la de las personas con las que nos vinculamos”.