La iniciativa fue impulsada por legisladores de Vamos Juntos, quienes buscarán garantizar el acceso al método de higiene menstrual a toda persona que se encuentre atravesando esa etapa, a fin de reducir los residuos ocasionados por el uso de toallas intimas y tampones.
Con el objetivo de reducir el impacto de la contaminación ocasionada por el desecho de plásticos, los diputados de Vamos Juntos presentaron en la Legislatura de la Ciudad un proyecto que busca garantizar el expendio gratuito de copas menstruales en los hospitales generales, centros de salud, centros integrales de la mujer e instituciones educativas públicas de gestión estatal y privadas, a toda persona que se encuentre en edad menstrual.
La medida lleva la firma de Maximiliano Ferraro, Paola Michielotto y Hernán Reyes (VJ) y tiene dos grandes objetivos: por un lado, disminuir la cantidad de residuos producidos por el uso de otros métodos de higiene menstrual, tales como, toallitas o tampones; por el otro, promover un método de higiene y salud menstrual más económico que los utilizados masivamente.
De esta manera, los centros médicos también tendrán la obligación de proporcionar información completa y adecuada y asesoramiento personalizado sobre el método de la copa menstrual, su efectividad y su correcta utilización para cada caso particular.
La copa es un dispositivo flexible hecho de silicón quirúrgico e hipoalergénico, está diseñada para retener el fluido vaginal -a diferencia de las toallitas y tampones-, con una capacidad de hasta 42 mililitros de sangre. “La misma tiene una capacidad tres veces mayor que un tampón, ya que puede ser utilizada hasta 12 horas seguidas, por lo que ninguna persona necesitará llenar sus bolsos con recambios”, explicaron los diputados en los fundamentos de la medida.
Si bien su costo es un poco elevado, ya que ronda los mil pesos dependiendo de la marca, este insumo suele durar hasta diez años y sólo es necesario tener una unidad. Sobre esa misma línea, los oficialistas precisaron que “el hecho de no tener que comprar toallitas ni tampones, significa que una persona puede ahorrarse hasta 30 mil pesos a lo largo de esos diez años” y recordaron que “menstruar sale caro: un paquete de toallitas o tampones cuesta en torno a 100 o 200 pesos”.
“La situación se vuelve aún más complicada en el caso de aquellas personas que viven en situación de pobreza, que no llegan a final de mes y han de recurrir a los servicios sociales”, detallaron y sentenciaron que “la copa menstrual, defendida por muchas personas (cada vez más) como la alternativa más económica y ecológica, se presenta como una posible solución en los casos más urgentes”.