(Proyectos de autoría de la concejala Schmuck y la Comisión de Derechos Humanos aprobados por unanimidad)
La bandera del cuerpo permaneció a media asta y a la del recinto de sesiones se le colocó un crespón negro en su honor.
El Concejo Municipal de Rosario expresa profundo pesar por el fallecimiento de Norma Birri de Vermeulen, madre de Plaza 25 de Mayo, querida y reconocida referente de lucha por los Derechos Humanos, la Memoria, la Verdad y la Justicia en la ciudad de Rosario. Su legado permanecerá vivo en el corazón de todos los rosarinos y rosarinas comprometidos por mantener presente el pasado para no repetirlo en el futuro.
VISTO: El fallecimiento de Norma Birri de Vermeulen, el pasado 5 de mayo, una de las fundadoras de madres de Plaza 25 de Mayo, y el recuerdo de una mujer incansable luchadora por memoria, verdad y justicia.
Y CONSIDERANDO: Que se apagó la vida de una luchadora social por la libertad y la justicia, Norma Vermeulen, una de las Madres de Plaza 25 de Mayo de Rosario. Las mujeres de pañuelo blanco que en los tenebrosos años de la dictadura cívico militar eclesial salieron a reclamar por sus hijas e hijos, por sus nietas y nietos detenidos desaparecidos, luchadoras y luchadores sociales secuestrados por el aparato del terrorismo de Estado y del capital o por las patotas de los siniestros grupos de tareas. Esas mujeres, una de las cuales fue Norma Vermeulen, enfrentaron con coraje todas las humillaciones, con dignidad todos los agravios y calumnias. No se detuvieron y no se detienen hasta el presente habiendo transcurrido más de cuatro décadas de su larga marcha. Esas marchas en la Plaza continúan siendo referencia ineludible de la resistencia popular contra la violencia institucional, contra los atropellos a las hijas e hijos del pueblo. Si algo nos enseñaron estas mujeres de pañuelo blanco y nos siguen enseñando es que la única lucha que se pierde es la que no se libra o la que se abandona.
Que Norma se sumó a la Asociación de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas antes de formar parte de Madres de Plaza 25 de Mayo.
En 2016 la Cámara de Diputados de Santa Fe distinguió a un grupo de mujeres destacadas de la provincia entre ellas a Norma Vermeulen y Chiche Massa.
Que el Concejo Municipal de Rosario distinguió, entre otras Madres de Plaza de Mayo, a Norma Vermeulen.
Que los años corren y los genocidas continúan sin entregar información acerca de las víctimas de las desapariciones durante la dictadura. Los casos en que, gracias a excavaciones y al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense, se ha logrado identificar restos son valiosos, pero pocos en relación a los miles que permanecen sin esclarecer. Uno de ellos es el de Osvaldo Mario Vermeulen, militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Osvaldo Vermeulen fue secuestrado a los 23 años y llevado al centro clandestino El Pozo, donde fue asesinado y desde entonces permanece desaparecido. Era estudiante de ciencias económicas, padre de una niña pequeña, militante de Montoneros y trabajaba en el Banco de Intercambio Regional (BIR).
Que después del secuestro de Osvaldo, Norma presentó distintas denuncias junto a su esposo, Agustín Segundo Vermeulen. También hizo presentaciones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) y en la Embajada de Bélgica. Tras el regreso de la democracia, declaró ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).
Que Norma fue una de las fundadoras de Madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario y entregó al Museo de la Memoria archivos que recolectara durante más de tres décadas de lucha contra la impunidad. Ella archivó y clasificó cada pedido, cada respuesta, cada presentación ante la justicia o las autoridades de la época, en su larga búsqueda de verdad y justicia por la desaparición de su hijo Osvaldo y de todas las víctimas del terrorismo de Estado. El archivo Vermeulen integra el acervo patrimonial del Museo de la Memoria de Rosario para enriquecer los requerimientos de quienes se acerquen a consultarlo.
Que Jorge Cadús, de Alapalabra, nos trae el relato de Norma, quien recuerda que su hijo, Osvaldo Mario Vermeullen fue detenido el 1 de abril del 1977, en la esquina de las calles José Ingenieros y Mario Antelo, corazón del barrio rosarino Lisandro de la Torre, alrededor de las cinco de la tarde. Una hora después, personal de la Jefatura de Policía allanó el domicilio de Norma. Siete automóviles, entre patrulleros y autos particulares, sitiaron la casa buscando a la compañera de Osvaldo. La detuvieron, y recién el 3 de mayo pudo recuperar su libertad. En la sede de Jefatura, el subcomisario Raúl Haroldo Guzmán Alfaro, Jefe de la División Informaciones de la Unidad Regional II, le indicó al esposo de Norma que “recibieron una llamada telefónica que decía que había dos personas sospechosas en calles J. Ingenieros y M. Antelo”; y que al llegar un patrullero Osvaldo “huye de a pie, perdiendo la campera con sus documentos”.
Dice Norma: “imaginate: yo era un ama de casa, no sabía nada. Lo primero que hicimos fue ir al Servicio de Informaciones, donde nos mintieron. Dijeron que cuando fueron a detener a mi hijo él pudo escapar y perdió la campera con los documentos. Durante varios meses yo no sabía qué hacer, estábamos confundidos”. Sin embargo, Norma -como tantas Madres rosarinas- no se conformó. Se encontró con otras Madres. Fueron al lugar señalado. Recorrieron baldosa por baldosa a lo largo de la cuadra. Preguntaron. Buscaron. Mostraron las fotos de Osvaldo a cada vecino. “Averiguando, me entero que había otro caso como el de Osvaldo, y me pongo en contacto con esa otra madre, Nelma Jalil. Ella ya conocía el caso, me llevó al lugar -un negocio- donde habían secuestrado a mi hijo”.
Así, Norma pudo reconstruir aquellos minutos de su hijo: Osvaldo estaba en esa esquina, junto a un amigo, cuando un grupo de tareas le dio la orden de detención. Buscó refugio en el interior de un negocio, en José Ingenieros 1820. Frente a la dueña del local, de un cliente y de varios vecinos, se lo llevaron. De boca de Nelma supo también que varios familiares de detenidos y desaparecidos se estaban reuniendo en una casa particular. “Ahí fuimos”, cuenta Norma. Eran mediados del año 1977. “Nelma, junto con Esperanza Labrador y otras Madres ya viajaban a Buenos Aires, y participaban de aquellas primeras marchas en la Plaza de Mayo. Yo no viajaba, porque estaba mi esposo, así que me quedé en Familiares.
Nos comunicábamos con Buenos Aires, hacíamos solicitadas conjuntas, donde colaborábamos todos, solicitadas que no se podían hacer en Rosario, acá nadie nos recibía…”. “A pesar de todo lo que se hizo, todavía falta mucho”, sentenciaba Norma. Y en su mirada duele –una vez más- la historia abierta de un país atravesado por la violencia política, que secuestró y asesinó a sus mejores hijos. Allí late la deuda mayor, advierte Norma. El sueño postergado: “toda nuestra lucha es para que se reivindique esa generación. Sus ideales, sus luchas, sus sueños, sus proyectos. Una generación que dio la vida por esos sueños, por este país. Por eso marchamos”.
Fuentes: Museo de la Memoria, colectivo de Rosario, Rosario 12, Rosario Plus, Infonews, entre otras.
Que los pasos de Norma seguirán marchando, y que su pañuelo, es nuestra bandera. ¡Hasta la victoria Norma!
Es por todo lo precedentemente expuesto, que los/as Concejales/as abajo firmantes elevan para su aprobación el siguiente proyecto de:
DECLARACIÓN
El Concejo Municipal de Rosario expresa profundo pesar por el fallecimiento de Norma Birri de Vermeulen, madre de Plaza 25 de Mayo, querida y reconocida referente de lucha por los Derechos Humanos, la Memoria, la Verdad y la Justicia en la ciudad de Rosario. Su legado permanecerá vivo en el corazón de todos los rosarinos y rosarinas comprometidos por mantener presente el pasado para no repetirlo en el futuro.
Norma ha sido una de las mujeres que enfrentaron con coraje a todas las penurias y humillaciones con la dignidad y la fortaleza de las heroicas luchadoras, valerosa en la defensa de los sueños e ideales de sus hijos, siendo referencia ineludible de la resistencia popular contra la violencia institucional, contra los atropellos a las hijas e hijos del pueblo.
Asimismo este Cuerpo acompaña a la familia de Norma, en la certeza de la lucha continua.