Pesar por el fallecimiento de Fabián Tomasi, ícono de la lucha contra los agrotóxicos

(Proyecto de la concejala Celeste Lepratti)

 Fabián Tomasi, el ex fumigador de la localidad entrerriana de Basavilbaso falleció tras padecer una neumonía por la que estaba internado desde hacía cinco días. Se le había declarado desde hacía varios años una polineuropatía tóxica metabólica severa, que le causó una disfunción del sistema nervioso periférico.

Visto:

El fallecimiento del ex fumigador Fabián Tomasi ocurrido el día viernes 7 del corriente en el hospital de Basavilbaso considerado icono mundial de la lucha contra los agrotóxicos.

Considerando:

Que Tomasi fue un icono mundial de la lucha contra los agrotóxicos y venia peleando desde hace mucho tiempo contra el uso de agrotóxicos poniendo su cuerpo como evidencia, exponiendo las graves consecuencias del agronegocio;

 

Que Fabián Tomasi, el ex fumigador de la localidad entrerriana de Basavilbaso falleció tras padecer una neumonía por la que estaba internado desde hacía cinco días. Se le había declarado desde hacía varios años una polineuropatía tóxica metabólica severa, que le causó una disfunción del sistema nervioso periférico;

 

Que el mismo contrajo la enfermedad a raíz del contacto con los venenos, ya que, según explicó, nadie le advirtió de los riesgos que corría y trabajaba sin protección. Tomasi es el protagonista del libro Envenenados, del periodista y escritor Patricio Eleisegui, que lo convirtió en un símbolo mundial de la lucha contra los agrotóxicos. Y uno de los retratados por Pablo Piovano en su ensayo fotográfico El costo humano de los agrotóxicos;

 

Que el ex fumigador había empezado a trabajar con agroquímicos en el año 2005 para una empresa de fumigación aérea, y su tarea, según él mismo contó en varias entrevistas, era abrir los envases que contenían las sustancias químicas, entre las que había glifosato, volcarlas en un recipiente de 200 litros de agua, y enviarlas por una manguera hacia la aeronave para que rociara los campos sembrados con soja.

 

Sobre su trabajo contó: “Era verano, trabajábamos en pata y sin remera, y comíamos sandwiches de miga debajo de la sombra del avión que era la única sombra que había en las pistas improvisadas en el medio del campo. La única instrucción que yo recibí fue hacerlo siempre en contra del viento, así los gases no me afectaban”;

 

Que en las innumerables entrevistas que les dio a medios locales y de todo el mundo, Tomasi era lapidario con respecto a los que fabrican y usan agrotóxicos: “No son empresarios, son operarios de la muerte”. E insistía: “Lo que más duele es el silencio de la mayoría, y todos esos niños que nacen con malformaciones por los agrotóxicos en un país sin asistencia y que les da la espalda. Mientras, las empresas que los fabrican, los medios que los defienden, y los funcionarios que los permiten, insisten con llamarlos fitosanitarios, como si no mataran, como si la vida no importara”;

 

Que en Argentina, el uso del glifosato y de otros pesticidas se fue incrementando con el correr de los años. Las empresas comercializadoras de estos de productos (Monsanto, Syngenta, Dow AgroSciences, Bayer y Atanos) aseguran que sus estudios demuestran que el glifosato no es perjudicial para la salud humana, basándose en lo que llaman “ abrumadora evidencia científica”;

 

Que se han ido sucediendo las voces que alertaban sobre los riesgos del glifosato y en agosto de este año, por primera vez, un jurado de California condenó a Monsanto (en la actualidad, en pleno proceso de compra por la alemana Bayer) a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que enfermó de cáncer (su estado es terminal) a causa de su exposición a un producto de la multinacional que contiene el herbicida glifosato;

 

Que en los 80 la OMS calificó el glifosato como de riesgo 2A –“probablemente cancerígeno”– y en los 90 lo rebajó a “inocuo para la salud humana”, poco antes de que la multinacional Monsanto lanzase la patente de la soja RR (soja transgénica Roundup Ready, es decir, lista para el roundup).

 

Que en 1996, el gobierno de Carlos Menem aprobó la utilización de cultivos transgénicos capaces de sobrevivir a potentes agroquímicos, especialmente la soja Roundup Ready (RR).     Que así, todas las localidades del interior del país fueron quedando rodeadas de campos extensivos de soja, aunque también de maíz y trigo, con semillas transgénicas.

 

Por lo expuesto la concejala abajo firmante eleva para su tratamiento y aprobación el siguiente proyecto de:

 

DECLARACIÓN

 

El Concejo Municipal de Rosario expresa su pesar por el fallecimiento de Fabian Tomasi sucedido el día viernes 7 de septiembre del corriente. Luchador incansable contra las fumigaciones quien sufrió en carne propia las consecuencias de los agrotóxicos al haber sido él mismo un trabajador rural. Fabián levantó su cuerpo enfermo como bandera en favor de un modelo productivo que privilegiara la vida por sobre el dinero. Su rostro cansado nunca dejó de interpelarnos como sociedad y se transformó en el icono de una batalla cultural que desde los pueblos se manifiesta por una vida sin venenos.