El domingo, además de su propia ‘Semana Santa’ en clave epidemiológica con El Clásico, el Gobernador de Santa Fe, Omar Perotti realizó un anuncio que nuevamente mostró que en su perspectiva, la salud no está encima ni de la economía, ni del lobby empresario. Sus medidas sin continuidad vuelven a mostrar una total falta de criterio.
A las nueve de la noche de un domingo, en el marco de un partido de fútbol que se no se suspendió pese a que sabía que movilizaría a miles de personas incontrolablemente en Rosario, Perotti anunció a poca convicción el cese de la presencialidad escolar, entre otras medidas de escaso cumplimiento y fiscalización.
En el sector educativo estatal, ATE Rosario denuncia hace años que uno de los grupos más castigados es el de las y los reemplazantes asistentes escolares. Como no fueron vacunados tal como este sindicato reclama desde el inicio de la pandemia, el Gobernador ordenó que no se presenten a trabajar. Es decir, a quienes si no trabajan no cobran, en vez de inmunizarlos, los manda a la casa pese a ya haberlos expuesto todo este tiempo sin protección farmacológica.
El anuncio dado en el filo del domingo, desatendiendo la realidad de familias que no tienen la posibilidad de resolver rápido las tareas de cuidado de les niñes en horario escolar, no implica no obstante que todas las escuelas estén cerradas. Muchos asistentes escolares irán a cumplimentar tareas como durante toda la pandemia. Esto en un marco en el que casi se duplicó en un mes el porcentaje de personas infectadas en la comunidad educativa (del 22% a fines de marzo, al 43% al concluir abril, según el relevamiento semanal epidemiológico que llevamos adelante).
Resulta llamativo que Perotti haya usado su discurso para crear su propio tiempo epidemiológico de evaluación –le advirtió al gobierno nacional que en una semana se vería que pasaba, y no en 15 días como todos los especialistas establecen-, pero no haya dicho una palabra sobre cómo usará estos días para resolver los terribles problemas edilicios y de provisión de servicios esenciales como agua o luz, o espacios ventilados, en las escuelas de los sectores populares que denuncian sistemáticamente su realidad.
Señor Gobernador: la dilatación de sus anuncios ha sido de una irresponsabilidad política total, demostrando que en Santa Fe gobierna más el lobby empresario que el horizonte de cuidar la vida y la salud. Aún queda pandemia por delante y, por eso, le exigimos que vacune a todas las personas que desarrollan tareas en la comunidad escolar y ponga a punto los establecimientos donde la constitución y la democracia no han llegado.