Expediente 268038 de la concejala Rueda
D E C R E T O
Artículo 1°. Otórguese Diploma de Honor a Augusto Duri y Omar Pérez Cantón, únicos integrantes con vida de la histórica Comisión Directiva de la Biblioteca Popular “Constancio C. Vigil” ubicada en calle L.N.Alem 3078 de la ciudad de Rosario, que fuera intervenida en el mes de febrero de 1977 por la última dictadura cívico eclesiástica militar. Asimismo, por haber sido quienes resistieron con sus vidas, a la par de muchos docentes, vecinos y vecinas, la intervención militar que pretendió liquidar un proyecto cultural y pedagógico de avanzada a nivel mundial, que tuvo como objetivos sociales y políticos promover el acceso a un alto nivel de educación y cultura a los trabajadores y sectores populares.
Art. 2º. – Otórgase diploma de honor post mortem a los miembros de la mencionada Comisión Directiva de la Biblioteca Popular “Constancio C. Vigil”, Raúl Frutos, Albino Serpi, Jorge Chávez, Rodolfo Volonte, Tomas Pedrido, Juan Manuel Rodríguez, Domingo Denichilo, Luis Scarabelli, Juan Carlos Carón, Luis Ángel Fina, Vilma Pedrido, Alberto Routaboul, Arnaldo Olguin, Antonia Frutos, Raúl Pérez Cantón, Francisco Routaboul, Platón Duri, y Manlio Perotta, como reconocimiento a su participación y su lucha contra el genocidio cultural que llevó adelante
la última dictadura cívico eclesiástica militar a través del saqueo, remate, y la voraz destrucción patrimonial de esta emblemática institución
Art. 3º. Realícese el acto de entrega de los diplomas y el correspondiente homenaje público, en el Concejo Municipal de Rosario con fecha a designar.
La biblioteca Vigil se creó 1959, tras formar parte de la asociación vecinal del entonces barrio Tablada y Villa Manuelita de Rosario. En pocos años, su potente fuente de financiamiento autónomo (una rifa pagadera en cuotas cuya venta se extendió a muchas provincias de Argentina) la volvió una organización mutual de carácter popular sin precedentes en América latina.
Hacia principios de la década de 1970, “la Vigil” era jardín de infantes, instituto secundario, escuela primaria, servicio bibliotecario, editorial, museo de ciencias naturales, observatorio astronómico, universidad popular, centro recreativo, cultural y deportivo, caja de ayuda mutua, guardería y centro materno infantil. Al momento de la intervención militar, en febrero de 1977, la biblioteca central contaba con 63.000 libros entre los catalogados y en depósito, con 25.000 revistas nacionales e internacionales, 14 bibliotecarios en servicio y 600 préstamos diarios de libros.
En el marco del plan sistemático de terror y exterminio ejecutado por la última dictadura, se produjo la intervención cívico-militar a la institución ubicada en el corazón del barrio Tablada. El 25 de febrero de 1977, una veintena de hombres armados, comandado por el genocida Agustín Feced, entraron con violencia. El operativo civil, militar y policial estuvo integrado por abogados, contadores y escribanos de la provincia de Santa Fe, por personal de la Marina enviado desde Buenos Aires y policial de Rosario, dando inicio a una “intervención normalizadora” que en breves semanas se transformó en liquidadora.
Así, se dispuso el cierre de los servicios socioculturales, los talleres educativos de la Universidad Popular y los talleres de producción. Solo se dio continuidad al jardín de infantes, a la escuela primaria y al instituto secundario, no obstante fueron clausurados sus innovadores proyectos pedagógicos. Gran parte del prestigioso cuerpo docente fue alcanzado por las leyes de prescindibilidad por “razones de seguridad nacional”.
En la madrugada del 10 de mayo de 1977, ocho miembros de comisión directiva fueron ilegalmente detenidos; permanecieron algunos meses en carácter de desaparecidos en el Servicio de Informaciones que funcionaba como centro clandestino de detención y tortura, hasta ser liberados como presos del Poder Ejecutivo Nacional en diciembre de ese año. Más de una veintena de socios/as, empleados/as, docentes, cooperadores/as y estudiantes están desaparecidos o fueron asesinados en este período.
Con la intervención militar se produjo el saqueo, remate y expropiación de los bienes institucionales. Los innovadores proyectos colectivos fueron desarticulados y fueron destruidos muchos de los libros que constituían el acervo de la biblioteca y su editorial. Durante los años siguientes y hasta bien entrada la década del ‘90, los valiosos bienes muebles e inmuebles fueron clausurados, quemados, robados, saqueados, subastados, rematados, expropiados. La voraz destrucción patrimonial se extendió en un proceso inédito hasta el cierre de su intervención en el año 2008, configurando al caso Vigil como un proceso de genocidio cultural.
Recuperada la vida democrática en el país (1983), se conformó una comisión de recuperación organizada por ex dirigentes; no obstante no hubo respuestas gubernamentales. En 2004 comenzó otra etapa hacia el camino de la recuperación institucional, conformándose la asamblea de socios por la recuperación de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil, integrada por ex miembros de comisión directiva, ex empleados, ex docentes, ex alumnos, vecinos y simpatizantes que exigieron la restitución de la personaría jurídica original y la devolución de los bienes muebles e inmuebles que sobrevivieron al genocidio cultural. Tras una larga lucha colectiva, en julio del 2008 se dio por finalizada la liquidación iniciada en 1977. En el año 2013 se sancionó la ley 13.306 que dispuso la restitución por donación de los bienes que sobrevivieron al despojo a sus legítimos dueños: los socios de la organización popular. En el año 2015, fue declarada sitio de la memoria del terrorismo de Estado por el gobierno de Santa Fe.