Nueva Oportunidad: jóvenes ponen en marcha producción de panadería para sus barrios

Grupos que se capacitan en organizaciones sociales y centros de convivencia elaboran alimentos en forma comunitaria para distribuir en comedores, copas de leche e instituciones barriales.

Con el objetivo de reforzar las acciones comunitarias en el marco de la emergencia por la pandemia de coronavirus, jóvenes que participan del Nueva Oportunidad elaboran pan y productos de panificación para comercializar y distribuir en comedores y copas de leche de sus barrios. La iniciativa surge a través de las capacitaciones en panificación, repostería y cocina que brinda el programa en todos distritos de la ciudad.

“A partir del trabajo con organizaciones sociales, vimos la necesidad y la posibilidad de producir alimentos que luego puedan ser distribuidos o comercializados a bajo costo, como una posibilidad más para que los vecinos y vecinas de nuestros barrios cuenten con alimentos accesibles, en un contexto de agravamiento de la crisis alimentaria”, comentó el director del Programa Nueva Oportunidad Luciano Vigoni. Y agregó: «Además, en el actual contexto de aislamiento, la producción de alimentos se suma como estrategia para no perder el vínculo con las y los jóvenes”.

Una fracción de los alimentos elaborados en los centros de Convivencia Barrial está destinada al consumo familiar de las y los jóvenes que participan en el Nueva Oportunidad, mientras que otra parte es donada a comedores comunitarios con los cuales los grupos están relacionados o tienen vínculos a través de la participación comunitaria.

En el caso de los productos elaborados por organizaciones sociales, mayormente son comercializados en los propios barrios, en tanto una cierta cantidad es distribuida en comedores o copas de leche, como un aporte al sostenimiento de las estrategias alimentarias que ya se están desarrollando.

A su vez, en conjunto con el Banco Municipal, se está llevando a cabo la habilitación de cuentas bancarias y dispositivos para pago electrónico para unas seis organizaciones sociales participantes de la iniciativa. “La posibilidad de contar con posnet es importante para poder vender los productos a las familias que cuentan con la Tarjeta Alimentar y la Tarjeta Única de Ciudadanía”, explicaron integrantes de la iniciativa.

El proyecto productivo cuenta con casi 30 grupos de jóvenes distribuidos en diferentes barrios de la ciudad, en los CCB Industrial, Los Cedros y La Esperanza (distrito Norte); CCB Ludueña Sur y Ludueña (distrito Noroeste); y CCB Las Flores Este y Las Flores (distrito Sudoeste). En el caso del distrito Centro lo hacen desde La Estación, mientras que en el Sur y en el Oeste articulan con diferentes organizaciones sociales.

Trabajo colectivo y construcción de lazos sociales

«Creemos que los jóvenes son una población muy importante a la que tenemos que acompañar e incentivar en sus proyectos para que puedan salir adelante. Por eso desde el Municipio se sostienen diferentes propuestas y el Programa Nueva Oportunidad es una de ellas, que les permite capacitarse y participar de espacios de intercambio y reflexión para adquieran herramientas de inserción laboral y hábitos de convivencia social”, consideró por su parte el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni.

A su vez, desde las organizaciones involucradas afirmaron que «se pretende acompañar y crear nuevos modos de producción colectivos, sustentados en valores y en la idea del trabajo como un derecho, como una fuente de ingresos pero también como un ámbito de identificación y construcción de lazos sociales”, a la par que manifestaron: “No reducimos el trabajo al empleo asalariado porque sabemos que el trabajo en relación de dependencia deja a muchos jóvenes afuera”.

En este sentido, Vigoni rescató la apuesta y subrayó: “En plena pandemia, donde la consigna es el aislamiento, donde se refuerza que la cosa se salva individualmente, la verdad es que lo que nos salva en definitiva es que cada uno esté comprometido con el otro. En lo productivo, la salida está puesta ahí, en imaginar un laburo a partir de vincularse con un otro, con el Estado, y poder producir más en torno a lo colectivo”. “Está claro que la mejor salida de la emergencia es a partir de los vínculos comunitarios”, concluyó el funcionario.