Narcos coparon los barrios de Rosario. Balearon un colegio y una parroquia

osario/ Barrio Larrea.

También amenazaron al párroco con matarlo y dejaron un mensaje que atacarían a los niños si siguen denunciándolos.

El hecho ocurrió el domingo por la madrugada cuando dos sicarios que se movilizaban en una moto llegaron por la madrugada hasta la puerta de la Parroquia “ María Reina” y enfrente está el colegio Pablo VI de calle México al 100 Bis, cuando abrieron fuego contra los dos establecimientos para luego huir del lugar.

Siete de los disparos impactaron en la puerta del colegio y ocho contra la parroquia que perforaron los vidrios y llegaron al altar.

El ataque se produjo al denunciar el padre Juan Pablo Núñez a banda de narcos que operan en la zona y que hacía tres días ya había recibido una advertencia por parte de los narcos donde le decían que “agarrara plata, se callara la boca o lo mataban (en la jerga, lo quemaban).

El padre no se amedrentó y envío un mensaje a través de su celular a toda la comunidad diciendo «Docentes y comunidad de María Reina. Hace unos meses la violencia se incrementó en el barrio por la venta de drogas. Tomé contacto con autoridades y los denunciamos. Tenemos vecinos amenazados para que vendan drogas o callen su boca. Confiamos en la protección de María».

No tardó mucho tiempo para que las autoridades actuaran que ya los narcos marcaron el territorio con el mensaje mafioso disparándole a los establecimientos.

Este lunes las autoridades provinciales y municipales, sumado el arzobispado de Rosario expresaron su preocupación donde el narcotráfico cada día va ganando las calles, tomando los barrios donde vienen generando temor efectuando más de 450 balaceras en estos últimos tiempos con decenas de muertes asesinados por los sicarios que forman parte de bandas narcos que atemorizan a los vecinos y luchan por defender su territorio.

Este lunes los padres concurrieron con sus hijos al colegio y por la tarde algunos no lo hicieron por temor, denunciando, que si seguían denunciándolos atacarían a los chicos, generando conmoción en la comunidad del barrio.

Mientras tanto, se espera una respuesta rápida y precisa para contrarrestar el avance de las bandas que ya coparon numerosos barrios y que estado ha hecho poco y nada.