Músicos argentinos “No poder trabajar es una tragedia”

Al colectivo de trabajadores de la música y a la sociedad argentina.

En este tiempo de solidaridades y compromisos, los abajo firmantes apoyamos decididamente las políticas públicas que nuestro gobierno implementa para sobrellevar esta crisis que nos toca vivir.
Por nuestra parte, nos preocupa aportar a la conciencia social y nacional acerca de la incidencia de esta crisis en el universo laboral de la música argentina.

En el colectivo musical argentino hay decenas de miles de trabajadores atravesando esta cuarentena desde una absoluta imposibilidad de generar ingresos, tal cual ocurre con todas las categorías laborales de trabajadores autónomos.

Cualquier música surgida del talento nacional que impera en cada rincón de la Patria, proviene de una secuencia laboral que incluye compositores, arregladores, intérpretes que la estudian, sellos, editores y técnicos que la registran.

No somos un colectivo homogéneo. A las disparidades estéticas, generacionales, de orígenes, genero, espacios y territorios laborales, deben añadirse las de nuestras condiciones desiguales de ingresos.
Pero estamos frente a un desafío histórico que despierta y afianza la solidaridad social.

Es crucial conocer las realidades más acuciantes de músicas y músicos nacionales, para sostener con el mejor criterio posible los mecanismos solidarios del estado, de las instituciones vinculadas al universo de la música, de las organizaciones gremiales, de los propios músicos hacia sus colegas, y de la sociedad que claramente viene dando muestras de iniciativas comunitarias solidarias.

No pretendemos ningún tratamiento especial y entendemos que desde el estado y todas las organizaciones de músicos se implementan las imprescindibles medidas para aliviar las situaciones.
Queremos exponer con toda convicción nuestra situación y decir claramente que hay miles de músicos argentinos padeciendo situaciones de no poder afrontar un alquiler o su propia alimentación.

La música es bálsamo necesario de la vida personal y colectiva. Es alimento de la memoria, de la emoción, de la libertad.
Es tan necesaria y poderosa que también se torna vehículo de atontamiento individual y colectivo cuando, fabricada e impuesta por las multinacionales empecinadas en “musicalizarnos” la vida, desvirtúan su sentido más consagrado: ser arte liberador que alimente y dignifique nuestra existencia individual y social.

No poder trabajar es una tragedia.
Pero atravesar esta tragedia sin la conciencia solidaria que nos acompañe, solo suma tristeza a la injusticia en soledad.

Proponemos:

  1. 1-  Apoyar las líneas de ayuda social abiertas por el Ministerio de Cultura y por el INAMU, sumando todos nuestros esfuerzos para colaborar en la identificación de los músicos que atraviesan situaciones de mayor precariedad, así́ como colaborar para el acceso de los mismos a esas ayudas.
  2. 2-  Consideramos que un modo de acceder a una información fehaciente podría ser el de establecer un mapa territorial de la música, que sea capaz de enriquecer los ya existentes, a través de una red institucional monitoreada por el Ministerio de Cultura, que incluya a los organismos de cultura provinciales y municipales, para:
  3. a-  Recabar datos acerca de los músicos que padecen mayores apremios
  4. b-  Informar y facilitar el acceso de las mismas a las plataformas de ayuda social.
  5. c-  Compartir y cruzar información con organismos tales como el Inamu, Fondo Nacional de las

Artes, Sindicatos de músicos y con espacios ya establecidos para la acción solidaria, como músicos organizados y toda instancia en condiciones de aportar en la misma dirección.

  1. 3-  Somos conscientes de las tareas en ese sentido ya implementadas con mucho esfuerzo por parte de asociaciones y organizaciones gremiales de músicos en el país, como SADEM, FAMI,

FAM y muchos gremios de las provincias argentinas.

  1. 4-  Desde nuestro propio colectivo, que es espontáneo y solo alimentado por el afán de sumar solidaridades a las ya instauradas, esperamos poder sumar también a las actividades de esos espacios gremiales e institucionales.
  2. 5-  Asimismo, nos permitimos sugerir a nuestro Ministerio de Cultura una línea de acción que garantice la valoración y difusión de los contenidos artísticos emanados del quehacer musical y poético-musical, tan imprescindibles como alimento cultural en situaciones como la actual. Sin prejuicios ni criterios subjetivos para la selección de los mismos y de lxs artistas involucrados.

Hay suficiente experiencia en las propias iniciativas del Ministerio que impulsaron programas artístico-formativos de gran trascendencia, indiscutible talento y federalismo genuino. En la génesis y puesta en marcha de esos proyectos puede encontrarse un excelente punto de partida para el necesario banco de datos que permita encauzar iniciativas como la propuesta.

  1. 6-  Apoyar y solicitar adhesiones y fortalecimiento de las iniciativas de organismos como INAMU y Sadaic (entre otros), en el sentido de estimular la difusión de música argentina.
    Es necesario exhortar a los medios de difusión para sumarse solidariamente en esta dirección. Es una ocasión propicia para redireccionar regalías hacia la producción nacional de la música y poner un coto al avasallamiento mediático generado por las transnacionales de la música, y sus intereses económicos que sortean cualquier cuarentena.

 

7-  Este colectivo ha recibido miles de adhesiones.                  Esperamos que las mismas estimulen la conformación de un espacio solidario y también de debate de la situación general de los músicos como trabajadores argentinos.

Las adhesiones, con nombre, DNI y provincia de origen, pueden enviarse a:

musicxsargentinxs@gmail.com

ADHIEREN