Algo en Común El diario de Rosario
Cuatro murieron en el Penal de Las Flores y uno en Coronda. Piñero se sumó a la revuelta.
Ocurrió este lunes alrededor de a las 15.00 Hs cuando un grupo de presos decidieron realizar un motín en la Unidad Penitenciaria de Coronda, ubicada a 45 Km de Santa Fe Capital.
La rebelión se produjo, según un video por whatsapp y cuyo autor salió en representación de los 300 reclusos que habían copado los techos se debió a que los presos de la cárceles de Coronda, Las Flores y Piñero habían decidido suspender las visitas respetando el aislamiento social. Pero, denunciaban que los guardiacárceles y personal del penal no cumplían con la medida debido a que algunos habían regresado desde el exterior del país, por lo cual desató la furia de los internos quienes quemaron colchones, subir a los techos. Minutos más tardes se produjeron corridas, disparos de postas de goma y gritos.
En las redes, vecinos estaban angustiados por el temor que podrían haberse fugado varios presos de la unidad carcelaria. Por lo cual las autoridades del gobierno descartaron que se hubiesen evadidos.
La causa de ese motín, que abarcó tres pabellones, fue el reclamo de los internos por medidas de prevención ante la pandemia de coronavirus. También se sumaron los penales de Las Flores y Piñero con serios destrozos e incendios en las instalaciones.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmó que, como consecuencia de los incidentes, uno de los presos perteneciente al Pabellón 9, murió y otras cinco personas resultaron con heridas, entre ellas algunos agentes penitenciarios.
En el penal de Las Flores fallecieron cuatro internos del pabellón de delitos sexuales, dos de ellos murieron calcinados dentro de las celdas y los otros dos en un centro hospitalario
Mientras que el recluso que murió en Coronda, identificado como Alan Matías Miguel Montenegro, de 23 años, ocupaba una celda del pabellón 9, módulo norte, cumplía una condena por homicidio calificado.
Fuente del gobierno, declaró que las muertes se produjeron en reyertas entre los mismos reclusos que vienen de vieja data, a su paso destruyeron instalaciones de industria carcelaria, el servicio sanitario y la sastrería donde fabricaban los barbijos.
La situación está controlada y las autoridades evalúan los daños que serían cuantiosas en los tres penales de la provincia.
