Media sanción a la Ley de fortalecimiento de la deuda pública

La medida fue aprobada por 65 votos positivos y la abstención del senador por Río Negro, Alberto Weretilnek( juntos somos Río Negro).

En la sesión del Senado de la Nación también se aprobó, entre muchas otras iniciativas, la digitalización de las historias clínicas; la modificación de la Ley de Tránsito para habilitar la circulación de vehículos de emergencia con más de 15 años de antigüedad que cuenten con la VTV y también se aprobaron ascensos de personal militar.

El senador por Córdoba, Carlos Caserio (FdT), titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, fue el miembro informante de la iniciativa. Destacó que «es bueno mirar retrospectivamente cómo fue el endeudamiento de la Argentina». Al realizar un repaso histórico del endeudamiento argentino, el senador subrayó que «después de la crisis del 2001, asumió Néstor Kirchner y una de las grandes preocupaciones fue cómo acomodar la deuda pública. Durante ese lapso se hizo un gran trabajo y llegamos a no deberle un peso al FMI».

Al explayarse sobre el proyecto, Caserio dijo que «la iniciativa habla sobre lo que puede significar el endeudamiento en moneda extranjera y bajo legislación extranjera. Esta va a tener un porcentaje en cada Presupuesto Nacional y cualquier endeudamiento superior a ese porcentaje, tendrá que ser aprobado por ley del Congreso «. Concluyó que no se trata de algo definitivo y que por eso su nombre destaca la palabra fortalecimiento. Explicó que el objetivo es que los Poderes Ejecutivos «tengan responsabilidad y una actitud racional».

Caserio afirmó que «el segundo punto se refiere al Fondo Monetario Internacional. Sostiene que todos los programas de financiamiento y créditos ya otorgados deben ser aprobados por el Congreso de la Nación. Nuestro bloque le ha pedido al FMI que la negociación tiene que ser racional «.  El senador por Córdoba concluyó su exposición diciendo que «le dijimos al FMI que las condiciones tienen que ser sostenibles y posibles. Deben crear las condiciones para que la Argentina pueda pagar. Cada vez que el FMI quiso traer propuestas y políticas propias, éstas trajeron hambre para los argentinos. Queremos decirle al Fondo que tenemos nuestras propias leyes y nuestras propias capacidades».

Por la oposición el informante fue el senador por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Martín Lousteau. Inició su presentación diciendo que la iniciativa «nos parece un paso adelante, si bien nos parece un paso menor. Esperemos que sea algo más que marketing, que sea un cambio de la hoja de ruta».

Lousteau afirmó que «esta ley que viene a hacer las veces de un tutor para que las cosas no se desvíen nace con vicios que decidimos no respetar». En ese punto se refirió a que «se votó una ampliación presupuestaria y a que el PEN emitió títulos a tasas ruinosas para la Argentina. Esta institucionalidad se contradice con que en el presupuesto 2021 se dieron de baja condiciones de sostenibilidad previstas en la Ley de Administración Financiera».

El senador por la Ciudad destacó que «esta ley es nada más que la eliminación del artículo 60 de la Ley de Administración Financiera. Si quisiéramos trabajar en serio tendríamos que trabajar sobre las cosas de fondo. El origen de la deuda es el déficit. El tema es cómo se financia el déficit. Cuando suceden las crisis del balance de pagos, vienen también porque hay pocas reservas. Si no abordamos todo junto no solucionamos el problema».

Concluyó su presentación diciendo que «esta ley sólo habla de la legislación de los bonos. El problema de la insustentabilidad es la moneda, las tasas, los plazos, pero lo más importante son los montos, de cuánto es la deuda». En su repaso histórico dijo que «cinco años después de pagarle cash al Fondo Monetario Internacional hubo que poner un cepo cambiario por falta de reservas».

Entre otras consideraciones, la Ley dispone que:

  • La Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional de cada ejercicio deberá prever un porcentaje máximo para la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras respecto del monto total de las emisiones de títulos públicos autorizadas para ese ejercicio. Se añade que toda emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras que supere dicho porcentaje requerirá de una ley especial del Congreso de la Nación que la autorice expresamente.

  • Se dispone que todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), como así también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente.

  • Se establece que la emisión de títulos públicos en moneda extranjera y bajo legislación y jurisdicción extranjeras, así como los programas de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), y las eventuales ampliaciones de los montos de esos programas u operaciones, no podrán tener como destino el financiamiento de gastos primarios corrientes, a excepción de los gastos extraordinarios previstos en el artículo 39 de la ley 24.156 de Administración Financiera, considerándose dentro de esta clasificación aquellas definidas en el Clasificador Económico del Gasto.

El cierre del debate estuvo a cargo de los presidentes de bancada.

El senador por Salta, Juan Carlos Romero (Interbloque Federal), señaló que «no alcanza con esta ley si no hay voluntad de mejorar la macroeconomía». En ese punto destacó que «en los últimos 35 años no se ha respetado la restricción presupuestaria. Estamos frente a un problema estructural, no coyuntural. De esos 35 años, 28 se gobernó con déficit». En el 2015 el gobierno saliente se fue con «un déficit financiero del – 5.1 % del PBI». Dijo que esta tendencia va a cambiar en la Argentina cuando «la dirigencia política de los partidos mayoritarios tenga un compromiso de no caer en déficit. Gastar más de lo que ingresa se termina resolviendo o con endeudamiento a la gente con mayores impuestos. Y después nos enojamos con el que nos prestó la plata. El otro modelo es el de la decadencia económica». Dijo que la alta presión impositiva genera que «nadie quiera invertir. El presupuesto 2021 se va a solucionar con emisión». Reclamó que «el ajuste no tendría que empezar por los jubilados sino por los subsidios en favor de las empresas de energía». Afirmó que «es importante lograr el equilibrio fiscal y que los impuestos no sean sólo para cubrir el déficit».

Por su parte el senador por Formosa, Luis Naidenoff (Juntos por el Cambio), sostuvo que «decidimos acompañar este proyecto porque somos conscientes de que el gobierno y el país necesita un respaldo político para encaminar las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional».

Reivindicó «el artículo 60 de la ley de administración financiera que permitía avanzar con negociaciones de deuda, porque cuando se recurre a los organismos internacionales es por una situación de emergencia y los tiempos políticos no siempre acompañan esa emergencia». Se preguntó  «en qué momento el Congreso da su acuerdo a una negociación. Antes o después de tomar la deuda».

El último orador fue el titular del bloque oficialista, Frente de Todos, senador por Formosa, José Mayans.

Explicó que el proyecto está basado en los artículos constitucionales que sostienen que «es el Parlamento el que debe autorizar el endeudamiento público». Sostuvo que «el proyecto invita a la reflexión de lo que pasó en la Argentina: la deuda, el monto, el plazo, la amortización, la legislación aplicable y junto a esto el programa económico». Resaltó que el primer punto de cualquier programa económico «es la independencia económica, porque sin independencia económica no habrá justicia social». Concluyó que «a mayor independencia económica, mayor justicia social».

«Nuestro gobierno no pagó la deuda con ajuste sino con crecimiento económico», afirmó. Al referirse a la actual coyuntura, dijo que «hemos recibido un país en default». Al referirse al anterior gobierno destacó que «se duplicó la base monetaria con las Leliq y las Lebac».