Este 24 de marzo, ATE Rosario continúa sosteniendo que la prioridad para construir una sociedad igualitaria es la lucha por la Memoria, contra la Impunidad, para lograr la Verdad y la Justicia. Como todos los años el gremio recuerda y reivindica a los compañeros y compañeras desaparecidos/as y a quienes sobrevivieron y sostienen con coherencia sus ideales. Habrá una marcha desde Plaza Montenegro al Monumento, desde las 15.00 horas.
A 45 años del golpe, los trabajadores y trabajadoras no olvidamos ni perdonamos, seguimos exigiendo justicia por los y las 30.000 desaparecidos y desaparecidas y continuamos en la lucha por los derechos que nos fueron arrebatados por la dictadura.
También reiteramos la urgente necesidad de que avancen las causas contra los responsables militares y civiles, como los empresarios que fueron parte y beneficiarios del esquema represivo. Por eso hoy más que nunca exigimos el avance de la causa por el operativo desplegado en Villa Constitución por fuerzas policiales y paramilitares el 20 de marzo de 1975, en el que 30 obreros fueron asesinados y más de 300 trabajadores secuestrados, torturados y encarcelados. ¡Hay empresarios responsables que deben ser juzgados ya!
Cada 24 de marzo sigue siendo además una convocatoria para que reivindiquemos a una generación que pensaba y actuaba para la transformación de la sociedad hacia una más igualitaria, justa y soberana. La dictadura genocida encabezada por Jorge Rafael Videla instauró una política económica y cultural sanguinaria y bestial. Cuyas consecuencias humanas, sociales, económicas, culturales y hasta legislativas sufrimos hasta estos días.
La clase obrera fue la más castigada: el 66% de las y los desaparecidos eran activistas sindicales. Para los militares al movimiento obrero en alza que había derrotado al onganiato le cabía un solo destino: la sumisión o el exterminio. Con ese mismo lenguaje lo reflejaron las crónicas de los medios de comunicación cómplices. Las estructuras sindicales, salvo excepciones honrosas, fueron parte de esta oscura etapa colaborando con el proceso.
No nos olvidamos de nuestros compañeros, que han dado todo para cambiar la sociedad. Desde Mario Aguirre, ‘El Negro’, quien luego de perder todos sus bienes en un atentado contra su vida apenas iniciada la dictadura, en 1976, fuera detenido y encarcelado. Y con él, Vicente Militello, Alberto Belloni, quien terminara en el exilio, Héctor Quagliaro y Jorge Acedo, alejados de la vida sindical. Entre tantos otros dirigentes y dirigentes de ATE que fueron parte de la generación más golpeada por la dictadura en nuestro gremio.
No obstante, todos ellos abrieron el camino para recuperar el sistema democrático en el país y el sindicato, siendo parte de la organización conjunta de cada marcha y acto cada vez más masivo por el 24 de marzo. Por eso, en Rosario, aunque siempre se organizó una marcha, la sede de ATE Rosario en cada uno de sus pisos contenía la organización de los diversos grupos que planeaban actos diversos al finalizar la misma.
Por todos estos motivos, desde ATE invitamos a trabajadoras y trabajadores estatales a formar parte de las actividades con la mirada puesta en la memoria. Pero en una memoria que marque los pasos de las luchas actuales y de las futuras, levantando las banderas de la clase trabajadora que pensó un mundo nuevo y una sociedad distinta.
Y, a la par, recordamos a todos con los y las que de manera incansable y perseverante compartimos momentos de organización y debate en cada marcha del 24. Como el compañero integrante de HIJOS Juan Emilio Basso, fallecido recientemente, o a Herminia Severini, Madre de Plaza 25 de Mayo de Rosario, la obrera y combativa, incluso el Padre Edgardo Montaldo que supo contener militantes perseguidos en dictadura. En elles, reivindicamos a cada compañero, compañera y Madre que fue dejando su huella en la lucha por justicia y que entendieron que defender los derechos humanos es también luchar junto a quienes sufren violaciones de los mismos en democracia, en muchos casos con los mismos métodos dictatoriales.
Este año, como otros, repetimos las consignas comunes que se fundamentan en la construcción de una sociedad más humana y democrática: cárcel común, perpetua y efectiva para los todos genocidas del pueblo, juicio y castigo a todos los responsables civiles y eclesiásticos, que se reviertan ya las leyes de la dictadura que aún nos ahogan y someten al pueblo.
30.000 compañeros y compañeras desaparecidas ¡PRESENTES!