El ministro de Cultura santafesino Jorge Llonch recorrió las instalaciones de El Molino Fábrica Cultural –en la capital provincial– y destacó el «enorme potencial que tiene este espacio para impulsar las industrias culturales y creativas».
En el marco del relevamiento de espacios culturales que viene realizando, el titular de esa cartera señaló: «Hoy me reencontré con El Molino Fábrica Cultural, un viejo y a la vez actual sueño que encaramos hace muchos años en mi paso por Cultura».
El funcionario, asimismo, se mostró «convencido de que la forma de caminar esta nueva etapa es juntos, con el talento y la creatividad de nuestra gente, la producción, el turismo».
Llonch, ademàs, aseguró que «la gestión cultural debe llevarse adelante siempre con el eje girando en torno de la Educación, que es el pilar de las mejores oportunidades de igualdad y de inclusión social».
En la recorrida, el ministro estuvo acompañado por los secretarios de Comercio Exterior, Germán Burcher, y de Turismo, Alejandro Grandinetti. Este último destacó: «Visitamos la fábrica cultural y consideramos que en el desarrollo del turismo receptivo para la provincia de Santa Fe, la cultura los eventos y la industria vinculada a este tipo de emprendimientos, son una plataforma de incitación a los santafesinos, argentinos y gente del exterior para que puedan visualizar, compenetrarse con la creatividad de nuestra provincia, los desarrolladores de cultura y de arte».
Sinergia con Comercio Exterior
En sintonía con la perspectiva de potenciar las industrias culturales, Burcher precisó: «La idea es buscar mercados no sólo para empresas que producen bienes industriales sino potenciar de algún modo a las industrias culturales, del conocimiento, por eso esa búsqueda es transversal, con áreas como el Ministerio de Cultura y la Secretaría de Turismo, por ejemplo».
El secretario de Comercio Exterior agregó: «Por ejemplo, una de las iniciativas pasa por buscar plazas en el exterior para colocar producciones fílmicas y publicitarias, espacios que sirvan como locaciones para la industria cinematográfica –un club de fútbol, una estación vieja de ferrocarril, lugares turísticos, entre otros».
Burcher remarcó que «todo ello redunda en un efecto multiplicador, y se ven beneficiados otros rubros: al exportar locaciones se produce la contratación de servicios de filmación, sonido. se potencia la gastronomía, la hotelería, etc».
Por último, afirmó que desde las tres áreas «la idea es que la industrias cultural sea un bien exportable, y para ello el próximo paso es diseñar y producir catálogos para llevar al exterior y no sólo vender esos productos, sino además captar inversiones que lleguen a la provincia».