Xiomara Toffoletti y María Virginia Rivero ingresaron a la Municipalidad a través del Cupo Laboral Trans y se desempeñan en atención al público en centros municipales de Distrito.
El Cupo Laboral Travesti Trans es una iniciativa pionera en el país, resultado de un trabajo conjunto entre municipio, concejales y organizaciones del colectivo LGBTI, que promueve la incorporación de personas travestis, transexuales y transgénero a la planta municipal con el objetivo de dar respuesta a una población que encuentra grandes dificultades para ingresar al mercado laboral formal.
Xiomara Toffoletti y María Virginia Rivero son dos de las cinco personas seleccionadas que se sumaron a la planta municipal desde el 1º de enero de 2021 a través de este cupo en el marco del Decreto 0083/17 y la Ordenanza 9543.
A un mes del comienzo de sus funciones en el Centro Municipal de Distrito Oeste Felipe Moré, Xiomara cuenta que está muy contenta y que se adaptó rápidamente a las nuevas tareas. «Estoy en atención al público, en la parte de Licencias de Conducir, y creo que estar estudiando Sistemas hace que comprenda más rápido el tema de los programas para trabajar. Y todo el Distrito Oeste me recibió muy bien».
Xiomara cursa la Tecnicatura Superior en Desarrollo de Software y dice que no puede imaginarse sin estar estudiando. «Ya pasé a tercer año en el terciario Urquiza, me encanta la programación y creo que está muy en auge. Especielmente con la pandemia que demostró la necesidad de la digitalización», cuenta con entusiasmo y espera en algún momento poder trabajar de eso que tanto la apasiona.
«Este empleo me permite seguir estudiando porque es un trabajo de seis horas. También eso me pone muy contenta», agrega.
María Virginia tiene 32 años y trabaja en atención al vecino en el Centro Municipal de Distrito Centro Antonio Berni. «Estoy feliz, por trabajar en este lugar, por los compañeros que son fabulosos, no me esperaba este recibimiento. Este trabajo te cambia la vida completamente, porque muchas veces las personas trans vivimos sin rumbo, vamos generando nuestro camino sobre la marcha y esto te da la posibilidad de planificar. Es una obra social, es la jubilación, es una tranquilidad que tenemos. Me encanta la atención al público y este trabajo, me levanto cada mañana con mucha energía», cuenta.
Tanto Xiomara como María Virginia esperaron el momento de poder ingresar. «Desde el primer año que salió el cupo me inscribía pero no quedaba seleccionada y al fin este año pude entrar. Creo que también tuvo que ver que a través del programa Nexo Oportunidad había hecho una pasantía en Stamati SRL, una empresa familiar en la que aprendí mucho, además cosas para mi vida. Antes era más insegura y con baja autoestima, pero el trabajo permitió que me superara, por eso también agradezco a ellos por la oportunidad que me dieron», destacó Xiomara.
María Virginia también contó que se inscribía en el cupo desde el comienzo. «Somos un colectivo en el que nos conocemos entre todas, nos vamos comentando y pasando información, para estar al tanto de las novedades y ayudarnos», menciona.
Xiomara tiene 28 años y resalta que gracias al cupo laboral logró tener por primera vez un empleo formal. «Había trabajado siempre de manera informal, desde clases de inglés, peluquería, maquillaje, otros trabajos de atención al público, pero ahora tener un trabajo formal es otra cosa. El cupo me parece importantísimo, porque creo que nos visibiliza y permite empezar a cambiar algo en la cabeza de las personas. Acá las personas vienen y ven cómo trabajo. Permite que la gente vea que las personas de la comunidad LGTB, sobre todo la comunidad trans que es la más vulnerable, estamos capacitadas para cualquier puesto pero no tenemos oportunidades laborales. Contar con un trabajo formal, tener aportes y pensar en la jubilación, es muy valioso», señala.
Ambas creen que en los últimos años hubo conquistas y se accedieron a mayores derechos, pero aún así falta un gran camino por recorrer. «Creo que las nuevas generaciones están super abiertas y no cuestionan la libertad de los demás», dice Xiomara.
«Hay cambios en la sociedad pero creo que falta muchísimo más. Este año entramos cinco pero, aunque es un avance, en el colectivo trans no somos diez. Me encantaría que entren las 500 que somos, ojalá que en algún momento pueda dejar de ser un cupo para que cada persona pueda mostrar su curriculum, sin la necesidad de un cupo. Es lo que hoy suma pero espero que para el futuro pueda ser diferente. Creo que se avanzó pero que falta mucho. Y obvio que la gente se abra más. Si trabajamos en la Municipalidad, por qué no podríamos trabajar en un banco o en una empresa privada», finaliza María Virginia.
La secretaria de Género y Derechos Humanos, Mariana Caminotti, destacó: «El cupo laboral trans es fundamental para transversalizar los derechos de mujeres y disidencias sexuales en el conjunto de las acciones, planes, políticas, programas y procedimientos del Estado. Y lo más importante es que se trata de una conquista del colectivo social, que se tradujo en una política institucional del municipio, con un fuerte respaldo normativo y político».
Por su parte, Romina Marucco, de la Dirección de Diversidad Sexual, mencionó: «El cupo laboral trans es una herramienta que restituye derechos a una población que sufre grandes vulneraciones, pero además sensibiliza a otras personas y tranforma los espacios laborales donde se producen los ingresos. El cupo trans favorece un diálogo que transforma las estructuras del Estado hacia adentro y hacia afuera, en la relación con lxs vecinxs. Por lo tanto, estamos hablando de construcción de ciudadanía: una plural, diversa, democrática y equitativa».
Además, fueron seleccionadas Mariana Fregenal que se incorporará a uno de los centros de protección para mujeres víctimas de violencias de género; y Mariana Braccani y Santiago Quizamás que ingresaron a otras áreas municipales.