Desde la organización se le solicitó al Concejo Municipal resignificar el discurso e incorporar al encarcelamiento femenino como “violencia de género”.
El encuentro tuvo lugar este martes 1° en horas del mediodía mediante la plataforma Zoom.
Presidió la reunión la titular de la comisión de Feminismos y Disidencias, Caren Tepp, de Ciudad Futura-FSP. Además participaron María Luz Olazagoitía, de la misma bancada; Lorena Carbajal, del bloque Socialista; Susana Rueda, de Rosario Progresista, y Norma López, de Frente de Todos-PJ.
Al comienzo, y tras la presentación inicial de la comisión, se le otorgó la palabra a Graciela Rojas, representante de la ONG «Mujeres Tras Las Rejas». Inició e hizo la petición al Concejo Municipal de «incorporar desde lo discursivo al encarcelamiento femenino como violencia de género».
«Hay una violación constante a la condición de género de la mujer. Hay que entender que muchas mujeres ingresan al sistema del narcomenudeo para poder sostener una compleja estructura familiar. No lo hacen por situaciones de adicción sino como herramienta económica», justificó.
Tras su presentación reiteró al pedido al Concejo Municipal para que adopte discursivamente esta posición de violencia de género.
«A las mujeres presas se les adeuda los conceptos de ciudadanía. Queremos saber las puertas con las que contamos para hacer ese lazo», agregó Rojas.
Por otro lado mencionó que no hay espacios correctamente planificados para la visita íntima, denunció censura sobre la sexualidad de las mujeres, enumeró derechos de género que se violan, y describió la construcción machista y patriarcal del servicio penitenciario, entre otros.
“Mientras una sola mujer esté presa no importa el número” …
Así respondió Rojas al requerimiento de la presidenta de la comisión Tepp quien había pedido conocer más sobre la población carcelaria.
Sin embargo, ahondó en mayores precisiones y dijo que en la actualidad hay en la ciudad de Rosario unas 170-180 mujeres detenidas, de las cuales unas 80 son por causas de detención federal. En cuanto a pabellones de madres en la Unidad Penitenciaria N°5 hay 11 celdas con 13 mujeres, de las cuales hay dos embarazadas y otras con niñes en ellas.
Por su parte, López preguntó por la situación habitacional de las mujeres detenidas con niños, muchas de las cuales no tiene acceso a la prisión domiciliaria. Además, indagó por los espacios para la intimidad, la sexualidad, el goce y las visitas íntimas.
Al respecto, Rojas a modo de denuncia declaró que la nueva Unidad Penitenciaria, Cárcel de Mujeres Unidad N°5, «es una cárcel de varones a la que le cambiaron la cartelera, no tiene especifica de género, no hay bidet, no hay rastro y referencia a la menstruación, a la lactancia». Dio a conocer incluso que la mujer es la que se traslada a tener intimidad muchas veces con su compañero detenido varón.
Educación, capacitación y trabajo
La concejala Rueda se refirió al nivel educativo de las mujeres presas y precisó que algunas estadísticas muestran que el 95% de esa población carcelaria no completó los estudios secundarios.
Sobre este particular Rojas dijo que el dictado de clases es discontinuo, y que en la cárcel no funciona una escuela con aval ministerial. «Se necesitan docentes específicos para casos de encierro. La educación acá no es formal», agregó.
En cuanto a las salidas laborales, en Rosario ya se cuenta -como en la ciudad de Santa Fe- con las máquinas aptas de tipo lavadero industrial, una alternativa para el empleo digno, pero a la que le falta el acuerdo político que permita conveniar con Hospitales, e Instituciones para su desarrollo.
Sobre el final la concejala Carbajal se mostró optimista, al igual que Tepp y las otras edilas, ya que el universo poblacional carcelario femenino no es tan numeroso, situación que permite promover derechos de esas mujeres con políticas públicas concretas.
«Debemos generar acciones de articulación con agentes municipales y provinciales, es un universo abordable para que el Estado esté presente», declaró Tepp.
Sobre el cierre expresaron la posibilidad de planificar una visita a la Unidad Penitenciaria.