Jubilados y pensiones plantean «Basta de bonos, haberes dignos»


El 30 de Diciembre de 2020, cuando fue aprobado el aborto legal en la Argentina, ese
mismo día de manera encubierta, en el Congreso se aprobó una “Nueva Ley Jubilatoria”.


Muy opuesta a las promesas de campaña y siguiendo a pie juntilla los lineamientos de un
acuerdo con el FMI.- El gobierno con esa “Nueva Movilidad” no hizo más que continuar
profundizando la desindexación de los haberes jubilatorios, como viene sucediendo en
forma ininterrumpida, desde marzo 2009, cuando se implementó la Ley 26.417.

Cuántas veces hemos reclamado por una Política de Estado y aquí tenemos El Ejemplo:

Gobierno de Cristina

Una ley que arrancó a la baja, porque se comenzó a aplicar sobre haberes que estaban en el quinto subsuelo, que venían de más de diez años de congelamiento.


Gobierno de Macri

Continuó con el plan sistemático de pérdida (19,5%) del poder
adquisitivo del haber jubilatorio.

Gobierno de Alberto Fernández

Le suma la nueva fórmula (que combina un 50% de la recaudación de la ANSES y otro 50% de la variación salarial del RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables).- que es la Ley 27.609 vigente desde Marzo, que en un apartado de su Capítulo 1º – Art 1º expresa lo siguiente (En ningún caso la aplicación de dicho índice podrá producir la disminución del haber que percibe el beneficiario o la beneficiaria).

En unos pocos meses, la cruda realidad nos muestra, que ésta fórmula está hecha para que los ingresos de los Jubilados continúen
perdiendo, fórmula que no tenga integrada la inflación, nunca será beneficiosa para el
sector, porque los aleja cada vez más del salario diferido que es el verdadero concepto y
conquista de la Jubilación, y de una Movilidad que debería ser Automática y del 82% de los
Activos, en referencia al mismo cargo, oficio o función.


Una vez más aparece la repetida maniobra de un BONO miserable e insuficiente, que
seguramente como tantas otras veces, será afrontado con los recursos aportados y
retenidos, de los propios Trabajadores Activos y Jubilados, que frente a una Canasta Básica
para una persona Jubilada de $ 65.000, muy lejos está de solucionar la situación de fondo,
como tampoco les servirá para sacar fruto, ante la próxima coyuntura electoral.


Vemos a diario como se desprestigian, ofenden y critican entre ellos, pero para una política para con los Jubilados, poco se diferencian entre sí, e indefectiblemente “Gobierne quien Gobierne” utilizan el mismo manual.