Jorge Díaz “No voy apoyar a ningún compañero patotero ni a traicionar al movimiento sindical”

«Vamos a defender a nuestros compañeros, no queremos tener más salarios de un trabajador mercantil por debajo de la línea de pobreza”.

El trabajador mercantil viene soportando desde hace años que su salario continúa por debajo de la línea de pobreza y esto no se puede sostener más,porque la limosna que recibe un trabajador se lo licúa la inflación.

Me acabo de bajar de una lista a preprecandidato a Concejal por la ciudad de Rosario con más de 35 años de militancia, llevo 27 años como periodista y tengo muy buena reputación dentro de la ciudad. No voy a tirar por tierra mi reputación para apoyar a un patotero o traidor como lo califican a Ramón Muerza. Si alguien tiene pruebas que estuvo o mando gente a Rosario que las haga. Sin embargo, no formamos alianzas, llevamos nuestra propuesta y vamos a tener reuniones con varios dirigentes de Buenos Aires, tal vez hasta con el mismo Cavalieri para decirle Basta de sueldos de Hambre!!!

Ayer estuvimos reunidos con Muerza en Capital Federal, mañana estaremos con otros dirigentes sucesivamente. No hemos formado alianzas todavía con nadie, y como todo gremio tiene sus bases no vamos a estar ajenas a ella, pero no vamos a traicionar nuestros principios ni al movimiento obrero.

No queremos ver los sueldos de miseria que recibe un trabajador mercantil, cuyo líder sindical acuerda con un grupo de empresarios y gobierno de turno dándoles limosnas a los trabajadores, mientras se llenan los bolsillos a cuesta de los afiliados. Nuestra política nacional es contra la gestión de Armando Cavalieri porque no nos sentimos representados.

Nos alejamos del oficialismo de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario porque no estamos de acuerdo con la política que lleva adelante, perdieron el rumbo de la cuestión sindical. Hoy el gremio de nuestra ciudad se convirtió en una empresa, cuya comisión directiva se transformó en un directorio reduciendo la calidad de compañeros dentro del sindicato a empleados, donde nuestros compañeros y compañeras vienen sufriendo distintos tipos de hostigamientos, persecuciones, acosos, inventándoles causas, haciéndoles “camitas”, metiéndoles miedo con suspenderlos o echarlos.

Hoy un compañero en el sindicato trabaja con miedo, presionado y pensando cuando llega a marcar si lo van a llamar para trasladarlo a otro sector o no, según la conveniencia por pensar diferente, allí dentro hay compañeros y compañeras que tienen más de 35 años y son manoseados permanentemente por una decisión política.

Ver a delegados de otras empresas que por tener directivos que pertenecieron ellos, lo haga ingresar a la planta permanente, se conviertan en “encargados” acosando, fotografiando y sindicando para perseguir algún compañero. En la proveeduría hay seres humanos, no máquinas que tienen que trabajar como un relojito porque si no lo trasladan a otro sector. Que los delegados de las empresas que fueron elegidos por sus propios compañeros, no abandonen sus bases y ni a sus representados por obtener un cargo dentro del sindicato, puede hacer las dos cosas, pero no se olviden de los compañeros que lo apoyaron para estar allí.

Es por eso que nuestra propuesta es mostrarles a los afiliados que el sindicato debe tener dos puertas iguales, no la que ven por fuera, sino también la que está por dentro que haya igualdad, que el espacio de puertas adentro el compañero y compañera no se sienta privado de pensar, construir, crecer, que no se sientan oprimidos, amenazados, perseguidos y segregados. Que llegue a su puesto de trabajo y se sienta como un verdadero trabajador, no llegar abrumado pensando si hoy le toca cumplir su función en ese lugar o en otro sector.

No queremos ver derrochar dinero como lo hizo nuestro sindicato cuando se construyó la vereda para los vecinos de calle Corrientes al 400, cuando en época de pandemia cerraban comercios y quedaban compañeros en la calle, mientras los compañeros y compañeros del gremio les pagaban con los ATP, les cortaron las horas y horas extras y no les dieron los bonos otorgados por el gobierno, o contratar a un médico laboral para mandar a trabajar a los compañeros con síntomas de covid y quienes estaban contagiados les acortaba los días de aislamiento.

Ni tampoco ver a compañeros como el call center Hey Latam que quedaron abandonados, y amenazados. Y como a otros compañeros de otras empresas que no sintieron el respaldo de ser representados por el gremio.

Esto no lo queremos ver más, tampoco tener una obra social como Osecac tan deficitaria y que la masa de afiliados cuente con un solo sanatorio como es Los Alerces y el otro para internaciones como es el Hospital Italiano, cuyos afiliados denuncian que los tratan como pacientes de segunda categoría. Cuando lleguemos a la conducción del gremio, la salud y el bienestar de los compañeros será una de nuestras prioridades.

Vamos a levantar nuevamente la bandera porque la lucha no está perdida, vamos a luchar por el Descanso Dominical y que los feriados no se trabajen. Los compañeros y compañeras merecen descansar, estar con su familia un día domingo o feriado.

Sabemos que hay muchos compañeros y compañeras que deben trabajar los días domingo y feriados porque su sueldo esta debajo de la línea de pobreza y para poder cumplir con sus obligaciones de la casa deben trabajar más de 10 horas y cumplir funciones los días domingos y feriados que a pesar de hacer esas horas extras su sueldo no les alcanza.

Desde la agrupación 26 de septiembre de Rosario, pedimos un cambio y nueva conducción, no queremos una empresa. Queremos recuperar nuestro sindicato donde sea una organización que garantice la defensa de los Derechos de los compañeros y compañeras, que defienda su salario y las condiciones de trabajo.

Es por eso que decimos no al empresariado sindical, si al movimiento sindical.