En el acto por el 174° aniversario del fallecimiento de San Martín, el intendente reclamó la autonomía que Rosario «necesita para seguir soñando con la misma grandeza que los primeros pobladores».
El intendente Pablo Javkin presidió en la mañana de este sábado 17 de agosto el acto por el 174° aniversario del paso a la inmortalidad del general José de San Martín, que tuvo lugar en la plaza que lleva el nombre del libertador de la patria, ubicada en la manzana comprendida por las calles Córdoba, Dorrego, Santa Fe y Moreno. Allí, el mandatario evocó el legado del prócer y su obsesión por “unir” y construir una patria sin divisiones. En ese sentido, convocó a los rosarinos y rosarinas a trabajar unidos por la autonomía de la ciudad, “para seguir soñando con esa misma grandeza que lo hicieron los primeros pobladores».
Durante su discurso, luego del tradicional izamiento de la bandera, Javkin remarcó que “40 años antes de ser declarada ciudad, Rosario ya había demostrado su compromiso con la causa nacional, cuando el pequeño caserío que se formó alrededor de la capilla acompañó al General Manuel Belgrano a enarbolar bandera en la tarde del 27 de febrero de 1812”, y agregó: “Y un año después, el paso de San Martín por estas tierras camino al combate de San Lorenzo, marcó nuestra historia para siempre: ser cuna de la bandera y de la independencia en suelo argentino».
El jefe municipal destacó que “San Martín nos enseñó que la patria nace de la unión y el respeto, se afianza en la justicia y la honestidad, y se la defiende con valentía y austeridad. Su plan continental no era una mera estrategia de guerra sino un proyecto de país, el destino de libertad de los pueblos de Sudamérica”. Y planteó: “Hoy, ese legado, y para siempre, nos obliga a soñar en grande y a romper todas las cadenas que haya que romper».
El mandatario recordó además que el pasado 5 de agosto Rosario celebró los 172 años de la declaratoria de ciudad, por la «que lucharon los 3.000 vecinos y vecinas, liderados por Nicasio Oroño, que sabían que merecíamos más». Y prosiguió: “Como no tuvimos fundador, nos gusta hablar del espíritu que fundó esta ciudad a sí misma, con visión de progreso y espíritu de grandeza. Una ciudad del interior productivo que siempre le da al país más de lo que muchas veces vuelve; ciudad de gente buena y laburante, honesta y austera, que siempre actúa y actuó limpio, y que cuida los recursos con mucha prudencia”.
“En Rosario viven más de un millón cien mil personas. Escondidas entre ese enorme ejército de gente buena, digna hija de Belgrano y San Martín, anidan unos mil hijos del mal, que durante años extorsionaron, hirieron y mataron, mientras casi todos miraban para otro lado y nos dejaban solos en Rosario”, lamentó Javkin, aunque aclaró que “la buena noticia es que desde que cambiaron los vientos, a esos mil delincuentes se los investiga, persigue, se los enjuicia, y se los condena y encierra”.
“La buena noticia es que ahora se está haciendo lo que tanto pedimos. La buena noticia es que, trabajando juntos, unidos, estamos empezando a limpiar la ciudad de esa mugre. La buena noticia es que, aunque cueste, vamos a lograr volver a vivir cada día un poco más en paz y en libertad”, sostuvo.