En el inicio de su segundo mandato al frente de la Municipalidad de Rosario, el intendente Pablo Javkin juró en horas del mediodía de este 11 de diciembre de 2023 ante los integrantes del Concejo Municipal, reunidos en sesión especial para dar comienzo al nuevo período de gobierno local.
En su mensaje en el Palacio Vasallo, el mandatario repasó logros y desafíos pendientes de la ciudad y destacó, en relación a la etapa que se inicia: “No va a ser fácil, pero voy a poner el doble de esfuerzo para que, cada vez que nos crucemos por la calle, pueda decirle a mis vecinos gracias por haberme confiado de nuevo el honor de ser el intendente de la ciudad que tanto amo”.
El Palacio Vasallo estuvo colmado de familiares, amigos, miembros del nuevo gabinete municipal, legisladores nacionales y provinciales, dirigentes políticos y vecinales e invitados especiales. Entre los presentes se encontraban la titular de la Cámara de Diputados de la Provincia, Clara García, el presidente de la Corte Suprema de Justicia provincial, Daniel Erbetta; el Arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín; el rector de la Universidad Nacional de Rosario, Franco Bartolacci; el recientemente electo senador Ciro Seisas y el diputado provincial Ariel Bermúdez (CREO).
La presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, le tomó el tradicional juramento al intendente, quien en la ocasión lo hizo «por la memoria de Raúl Alfonsín y por la vida y la paz en Rosario» y recibió los aplausos de todos los presentes en el recinto.
“Quiero empezar estas palabras, que serán apenas las necesarias, dejando bien claro que entendimos el mensaje que nos dieron cuando nos eligieron para gobernar la ciudad por cuatro años más. Nos acompañaron en una primera etapa muy complicada, en la que hicimos mucho pero no todo lo que queríamos. Podemos hacer más, vamos a hacer más», sostuvo el mandatario al comenzar su discurso inaugural ante la asamblea de concejales.
Luego, y en referencia a la nueva gestión de gobierno en la provincia de Santa Fe, encabezada por Maximiliano Pullaro, afirmó: “Dije durante la campaña que a pesar de lo solos que nos habían dejado, Rosario podía. No fue una frase más, es una convicción profunda: Rosario siempre puede. Pero ahora que no estamos más solos, vamos a poder enfrentar en serio el principal flagelo que no nos deja vivir tranquilos. Desde acá, quiero decirle al nuevo Gobernador, Maxi Pullaro, y a todo su equipo que confiamos y creemos en él y que estamos listos para aportar todo lo que esté a nuestro alcance en la batalla urgente por recuperar la paz.”
“Necesitamos que la calle sea para la gente buena, que el que las haga las pague, que los narcos estén aislados en serio, que los que tienen que estar presos no salgan hasta que no cumplan la condena”, reflexionó y, dirigiéndose al flamante titular del Ejecutivo provincial, expresó: “Señor Gobernador, cuente con nuestra tecnología, nuestro personal, con cada uno de nosotros, porque vamos a acompañarlo en la primera línea de esta batalla, la de los buenos contra los malos, la más importante, la definitiva”.
A continuación, abordó los ejes que signarán esta nueva etapa y remarcó: “Como escuchamos, como sabemos que el apoyo que nos dieron fue para decirnos seguimos confiando, pero háganlo mejor (perdón por hacer una referencia personal, pero es exactamente lo que me decía mi mamá cuando en el colegio me sacaba un bien pero no un excelente), quiero asumir hoy estos compromisos.
Vamos a hacer un gobierno aún más cercano, obsesionado con atender los reclamos vecinales más rápido, más sencillo y mejor. Seremos un gobierno aún más ágil, donde las soluciones estén a mano del celular de cualquier vecino y las decisiones se tomen rápido y basadas en datos. Seremos aún más austeros, invirtiendo con enorme cuidado el dinero necesario para el funcionamiento de la ciudad”.
“Seremos aún más ambientalistas, cuidando nuestro verde, trabajando junto a nuestros vecinos en la limpieza de la ciudad, mejorando y embelleciendo el espacio público. No dejaremos de mirar lo que pasa en la ciudad, miraremos aún más, para darle a la provincia, a la policía y a la justicia toda la inteligencia que necesiten para cuidar a nuestros vecinos.
El mandatario también tuvo palabras para la cultura, la convivencia y la recuperación de los espacios públicos: “Queremos más cultura, más noche para el disfrute, más reposeras en las veredas con vecinos tomando mate en familia. Si pudimos llenar los parques y las plazas, vamos a poder volver a esa vida que tanto nos gusta a los rosarinos”.
Finalmente, Javkin se centró en los orígenes de la ciudad, su idiosincrasia y su capacidad de lucha y resistencia. “Esta es una ciudad que se hizo de resistir para crecer. Está escrito en nuestra historia. Resistir al centralismo en Caseros para ser declarados ciudad. Resistir la restricción de nuestras vías navegables para constituirnos como puerto preciso de la Confederación.
Soy un hijo de esta ciudad igual que cualquier otro hijo o hija de ella. Como lo son mis hijos Sebastián y Camila, y como lo fueron mis padres. Tengo el privilegio y la responsabilidad más enorme que puedan darle a un rosarino. Y lo agradezco tan profundamente como cada abrazo, mensaje, bendición y preocupación que recibí en el momento más duro de mi vida.
Desde que nací camino y recorro esta ciudad como uno más, y así será dentro de cuatro años. Porque eso somos: rosarinos apasionados por nuestra historia, por nuestro futuro pero sobre todo por nuestra gente. Nacidos o venidos con tesón, pasión y amor nada nos detendrá”, manifestó el intendente y cerró su alocución con una promesa: “No va a ser fácil, pero pondré el doble de esfuerzo para que cada vez que nos crucemos por la calle, pueda decirle a mis vecinos gracias por haberme confiado de nuevo el honor de ser el intendente de la ciudad que tanto amo”.
Para dar inicio al acto la artista Ine Kalbertmatten entonó las estrofas del Himno Nacional. A continuación, el intendente re-electo recibió como obsequio dos réplicas de bastones de mando. Del primero hizo entrega el orfebre Dante Conti y simboliza las seis intendencias que preceden a Pablo Javkin desde el retorno de la democracia; en tanto el segundo, que entregaron Osvaldo y Martin Gato, es una réplica del bastón de mando que los presidentes argentinos desde Raúl Alfonsin hasta De la Rúa recibieron en mano como símbolo de mandato popular.