Javier Tschudy fue elegido para volver a Corte y Confección

El rosarino ingresó nuevamente al reconocido certamen televisivo de moda, conducido por Andrea Politti y producido por LaFlia, la productora que fundó y dirige Marcelo Tinelli.

El rosarino, quien dio que hablar estos últimos días en su paso por el certamen, fue eliminado y nuevamente elegido para formar parte del concurso. Es así que continúa compitiendo en uno de los programas más importantes de la televisión argentina actual. Creador de imponentes diseños, conquista en cada emisión tanto al jurado como a los televidentes. De esta manera sigue siendo uno de los aspirantes a ganar la tercera temporada de Corte y Confección.

 

Javier Tschudy nació en Rosario. Se crió en el seno de una familia humilde, compuesta por su mamá, su papá, su hermana y su hermano. Su papá, al ser viajante, se ausentaba durante toda la semana. En tanto, su mamá, costurera de oficio, se dedicaba a ello mientras criaba a sus hijos.

 

Ver a su mamá desempeñar esta actividad, encendía en Javier la pasión por la costura. Sumando más ímpetu a esta profesión, la familia paterna también contaba su propia historia. Fue dueña de una sastrería que nació con el padre de su abuela, un reconocido sastre de la época. Sin embargo, Javier no podía expresar a viva voz su amor por este oficio.

 

En su infancia asistía a la sede del Club Atlético Provincial, cercano al Fonavi donde vivía. Allí se destacó en gimnasia artística y se convirtió en deportista federado de dicha institución. Mientras él y sus hermanos realizaban deportes, su mamá vendía ropa en el bar del club. Más tarde, junto a una amiga, fueron diagramando una agencia de viajes de la que hoy se encarga Javier.

 

Finalizó la secundaria y se anotó en algunas carreras terciarias y/o universitarias que finalmente abandonó. Una de ellas fue Veterinaria, por lo que dejó su Rosario natal a la que regresó tiempo después sin estar convencido de la elección de aquella profesión, decidido a trabajar. Sin un trabajo fijo y a poco de haber conversado con su familia abiertamente sobre su orientación sexual, lo que generó un impacto negativo en aquel momento, tomó una máquina de coser vieja que se encontraba tirada en un galpón de su papá y se fue.

 

En ese momento, en pareja con un joven, se contactó con el artista Dante Taparelli a través de quien era pareja de su suegra, el reconocido artista plástico Tomi Müller. Taparelli le ofrece a Javier un puesto en la feria El Roperito, donde el joven comenzó realizando fajitas con jeans y ropa vieja que luego bordaba a mano tras aprender a bordar punto cadena. También confeccionó zapatos, suecos de madera, aprendió a hacer capelladas que clavaba con tachas, cementaba, y, al trabajar junto a un conjunto de locales de moda independiente, también supo hacerles algunos calzados para los mismos.

 

En esa época, conoció a la vestuarista Andrea Iuculano, quien lo invitó a que la ayude con el trabajo para una de las obras de teatro de revista de Manuel Cansino. Luego, “La Iucu” dejó ese puesto que fue tomado por Javier. Allí realizó tres temporadas y también confeccionó vestuario para algunas otras obras.

 

Sin embargo, la pasión no alcanzaba para solventar sus gastos por lo que se avocó a la agencia de viajes de su mamá, dejando de lado la moda. En 2010 comenzó Diseño de Moda, pero debió abandonarla por las exigencias de su trabajo. Más tarde, en 2017, se reinscribió y cursó durante un año y medio. Finalmente, y con la crisis económica que atravesaba el país, no pudo continuar abonando la cuota de la carrera y debió nuevamente abandonarla.

 

En ese momento también trabajó junto a la diseñadora Agustina Álvez, dueña de la marca Domingo que viste, entre otros artistas, a Illya Kuryaki. Aun así, eran trabajos esporádicos e informales ya que nunca realizó colecciones propias ni ropa para vender.

 

Ya relacionado con diversos actores del mundo de la moda en Rosario, acudió la charla “La moda a tu favor” que Matilda Blanco brindó en la ciudad, donde se anotició de la nueva convocatoria de Corte y Confección. Sin muchas expectativas, se anotó, envió un video y finalmente fue convocado para ser uno de los participantes.

 

En medio de la pandemia y el aislamiento social preventivo, su trabajo en relación a la agencia de viajes se vio completamente afectado. En tanto, sus preocupaciones continuaron acrecentándose puesto que su hermano contrajo dengue, a la vez que su actual pareja se desempeña en el ámbito de la salud de la ciudad de Rosario con los riesgos que esto conlleva. Con la lucha que lo caracteriza, continúa esforzándose día a día para continuar siendo elegido en el certamen y forma parte de los siete concursantes que aspiran a ser el gran ganador de la tercera temporada del programa televisivo que emite El Trece, con la conducción de Andrea Politti y producción de LaFlia, la productora que fundó y dirige Marcelo Tinelli.

 

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