Se llaman “ovitrampas”: son pequeños dispositivos domiciliarios que permitirán saber en qué momento comienza a circular el mosquito Aedes aegypti, por la aparición de sus primeros huevos. A partir de allí, se activan y refuerzan otras estrategias.
En el marco del programa Objetivo Dengue, que el Gobierno provincial lanzó el 8 de agosto, comenzaron a realizarse diversas acciones territoriales junto a municipios y comunas para detectar tempranamente cuándo comienza la temporada de circulación del mosquito que transmite la enfermedad. Para ello, el Ministerio de Salud, en articulación con gobiernos locales y la mesa interministerial que lleva adelante este programa, comenzó a colocar ovitrampas en domicilios del departamento 9 de Julio. Se trata de dispositivos de fácil instrumentación que monitorean la aparición de huevos de mosquito Aedes, activando ‘alarmas’ y el trabajo de prevención, que a partir de allí deberá reforzarse y asumir otra dirección.
Cómo funcionan las ovitrampas
“Si aparecen huevos es porque ya circula el Aedes adulto y comienza a reproducirse. Eso no significa que empezó un brote de dengue, sino que hay mosquitos adultos. Si una persona llega de un área endémica, donde el virus está todo el año, como Brasil o Paraguay; y un mosquito la pica, puede luego transmitir el virus y desencadenar un brote”, graficó la directora provincial de Prevención y Promoción de la Salud, Analía Chumpitaz. Es decir, comienza el ‘círculo’ de propagación humano- vector-humano.
Vinculado a ello y aludiendo a Objetivo Dengue, explicó que “si bien estamos en invierno, vamos a trabajar durante toda esta estación porque es el momento en el que realizar el descacharrado para eliminar los huevos que el vector colocó durante la temporada anterior”.
“El huevo puede resistir temperaturas bajo cero durante un año en un reservorio: un platito en el patio, un bebedero, una tapa de gaseosa. Queda prendido a superficies plásticas, fundamentalmente. Y con los primeros calores y en un entorno acuoso, eclosionan y comienza el período larvario”, continuó.
Con la colocación de ovitrampas se identifica que hay “huevos nuevos”. Las ovitrampas son pequeños recipientes de plástico de colores oscuros, en donde se pone agua y se le añade un bajalenguas con un clip. El aedes adulto pone los huevos en la pared del frasco, pero también en el bajalenguas. “Todas las semanas, siguiendo un protocolo estricto, se retiran y se observan los bajalenguas con lupas especiales, llamadas estereoscópicas, para ver si hay huevos, y si son aédicos”, precisó Chumpitaz.
Asimismo, adelantó que en los próximos meses se colocarán trampas, pero para capturar mosquitos adultos. Es necesario como parte del monitoreo entomológico saber qué vector hay: Aedes aegypti, albopictus, culex. Dependiendo del tipo de mosquito pueden transmitir hasta 500 enfermedades distintas. Es vital entonces conocer el tipo de vector circulante.
Vigilancia entomológica, clave de la alerta temprana
La vigilancia entomológica es el proceso de monitoreo y análisis de poblaciones de insectos vectores. Busca detectar tempranamente y prevenir brotes de enfermedades transmitidas por estos. La entomología es la rama de la zoología dedicada al estudio de insectos.
“La colocación de ovitrampas es fundamental en el monitoreo entomológico para saber en qué momento aparece el vector. Comenzamos con Tostado porque fue una de las localidades con mayor tasa de incidencia de enfermedades transmitidas por mosquitos este año. No significa que allí hubo más casos; sino más casos en función de su población. La mayor tasa de incidencia la tuvimos en el departamento 9 de Julio y por eso estamos ahí, en primera instancia”, explicó la funcionaria.
El segundo aspecto central es el relevamiento larvario. “Una vez que apareció el huevo, lo que tenemos que ver son las larvas, establecer índices, estudiar adónde están más presentes, georreferenciar y utilizar larvicidas. Hay índices específicos para ello -como el LIRA- que van a implementarse”, enfatizó la funcionaria.