La comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación discutirá un
proyecto de ley para que los titulares de licencias de taxis renueven sus vehículos con distintos tipos de beneficios impositivos, entre los que se destaca el reintegro del 21% del valor del coche. La iniciativa, impulsada por la diputada porteña Mara Brawer, cuenta con el acompañamiento del legislador nacional por Santa Fe Eduardo Toniolli.
«La primera presentación de este proyecto la hizo Filmus en 2019, en un marco de profunda crisis económica, y frente a la imposibilidad manifiesta de los titulares de taxis de todo el país de renovar las unidades por los elevados costos de los automóviles», señaló Toniolli al momento de anunciar el tratamiento de la iniciativa, y agregó que «la pandemia agravó esa
realidad con la caída de la cantidad de viajes, generando que por ejemplo en Rosario el Concejo extendiera en dos años la vida útil de autos que ya habían cumplido los diez que establece la ordenanza vigente».
El texto del proyecto establece que las personas físicas y jurídicas que cuenten con licencia que acredite la prestación del servicio de taxi, y una antigüedad no menor a un año en la actividad, podrán adquirir un automóvil cero kilómetro estándar de industria nacional, con exención de los gravámenes establecidos en la Ley 23.349 de Impuesto al Valor Agregado, y en la 24.674 de Impuestos Internos. A cambio deberán funcionar como taxis por al menos
tres años desde la fecha de compra. El ahorro en autos generalmente utilizados por el sector, hoy valuados en aproximadamente 3,3 millones de pesos, sería de aproximadamente 700 mil pesos.
«Con esta iniciativa convertida en Ley, si además se concreta el compromiso de las autoridades del Banco Nación de extender al interior del país una línea de créditos a tasas muy favorables para renovar autos (hoy disponible solo para CABA), estaríamos fortaleciendo el transporte público regulado en todo el país», agregó el diputado justicialista, y remató: «esta es una forma de combatir las aplicaciones multinacionales ilegales como Uber, que -por ejemplo- después de destruir el sistema de taxis de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hoy tienen tarifas varias veces más caras que las de los servicios habilitados».