Honda preocupación de los docentes por la muerte de sus alumnos

Docentes de Amsafe lanzaron un comunicado para decir basta de esta violencia absurda, de muertes y cómo explicar lo que está pasando con los niños en Rosario por grupos violentos del narcotráfico.

El domingo por la madrugada, cuatro niños fueron el blanco de una ráfaga de ametralladora. Maxi, de apenas 13 años falleció y otro niño de 11 está internado en grave estado.

La situación es insostenible. La violencia protagonizada por las bandas narco-policiales se ha adueñado de la región.

En las escuelas padecemos especialmente la gravedad de la situación. Llegar o salir de las escuelas se ha convertido en ocasiones en una situación de riesgo.

 ¿Cómo encontrar alguna razón, algún motivo, alguna causa que lleve a un grupo de sicarios tire una ráfaga de ametralladora sobre cuatro niños que juegan en la vereda?

¿Hasta cuándo vamos a tener que escuchar las explicaciones de las autoridades políticas y los anuncios de nuevas medidas que ya sabemos que nada van a hacer para cambiar la situación?

Cada día está más claro que las bandas narco-policiales se han adueñado del territorio con la participación directa, la complicidad o la indiferencia del poder político y judicial.

Y los que pagan son los pobres de toda pobreza. A ellos no les pegan un balazo en el vidrio del supermercado que no tienen. A ellos los fusilan. Máximo tenía 12 años, era alumno de 7° de la Escuela 1344, la escuela intercultural bilingüe Taygoye. Murió mientras lo atendían en el hospital.

Alexis, también alumno de la Taygoye, está grave, lo están operando ahora tratando de sacarle la bala del hígado.

En diciembre los acribillaron a Erik y Valentín, alumnos de la escuela 240, la Lola Mora, de zona oeste.

Y antes, solo durante parte del 2022, fueron asesinados Elena, Ciro, Ámbar, Joel, Brian, Víctor, Alexis, William, Mijail, Franco, Facundo Milton, Nicolás, Alan, Geraldine, Marlen, Brandon, Lucas, Zoe, Adriano. Todos menores y alumnos de nuestras escuelas.

Desde las escuelas, desde todas las organizaciones de los barrios tenemos que impulsar un amplio movimiento que denuncie esta situación, que exija a las autoridades y construya redes de resistencia y solidaridad en cada territorio.

 ¡Basta de matar a nuestros alumnos! termina el comunicado.