El Rojo cuenta con básquet, vóley, patín, actividades musicales y acuáticas. El vicepresidente David Vidoret dio detalles de la vida del club centenario.
El Tala Club mantiene las raíces en Cochabamba 570. El mismo lugar donde hace un siglo cobró vida (fue fundado el 6 de octubre de 1920) y fue erigiéndose con el paso del tiempo en el exponente del pujante barrio República de la Sexta.
Para muchos es más que un club, pese a que se destaca por ser potencia rosarina en básquet y nacional en vóley. También ofrece patín artístico, zumba y diversas actividades acuáticas. “La mayoría son socios de esta barriada o gente que se mudó, pero trae a sus hijos porque es como la segunda casa”, remarcó David Vidoret, quien además de ser vicepresidente es el coordinador de la rama del vóley. “El que es del Tala lo siente en la sangre. El sentido de pertenencia es el orgullo y un sentimiento para quienes sentimos a pleno al Rojo”, manifestó con énfasis el directivo.
El Tala abarca lo deportivo y recreativo con la misma tenacidad y pasión. La centenaria institución, que es presidida desde 2008 por José Manuel Maldonado, continúa expandiéndose y nutriendo a cada alma que participa en algunas de las múltiples disciplinas que pone al alcance de las y los socios.
“Tenemos básquet masculino, vóley y patín artístico femenino como también diversas actividades acuáticas. A eso le agregamos que ofrecemos clases de salsa y zumba”, deslizó Vidoret, mientras de fondo un grupo reducido de chicos realiza, bajo estrictos protocolos, el entrenamiento de básquet en la cancha principal.
Básquet, potencia local
Decir El Tala es hacer mención al básquet local. El Rojo es una de las máximas potencias de la Asociación Rosarina, los títulos florecen a simple vista. No sólo es campeón en primera división del Top 4 en las ediciones 2008 y 2012, también cuenta con otros premios en diversas temporadas. Las estrellas lucen en las paredes del microestadio y son una fuente de aliento y motivación permanente para los jugadores.
“La disciplina del básquet es realmente fuerte”, mencionó Vidoret. “Participamos en los torneos que organiza la Rosarina y también jugamos campeonatos federativos a nivel provincial”, acotó el directivo dejando en claro el alto nivel de competencia que tiene el club.
Con ver la colmada vitrina de trofeos y copas que están en el ingreso del club basta para certificar que El Tala está a la vanguardia en el deporte de la bola naranja. Ni hablar de los galardones que se exhiben al natural en la zona del bufet. Es una institución que ha sabido cosechar copas.
Vóley, fortaleza a nivel nacional
“El vóley no está considerado masivo en nuestra ciudad, pero sí a nivel nacional. Incluso estamos entre los top del país”, expuso Vidoret. “La franja que va entre los 14 y 18 años es una potencia”, apuntó el dirigente, quien además es el coordinador y entrenador de la categoría Sub 16.
Vidoret contó que El Tala compite a nivel local, regional, nacional e internacional y para esto cuentan con una gran organización interna que les permite participar de los eventos importantes. Como ejemplo, el vicepresidente mencionó un torneo prestigioso que se realiza anualmente en junio en la zona de Porto Alegre (Brasil) y al que asisten hace algunos años con las categorías Sub 13, Sub 15 y Sub 18. “Ahí están los mejores y no tenemos nada que envidiarles. Sobre todo con las divisiones menores”, señaló con satisfacción.
Pileta para usos múltiples
“La pileta al aire libre arranca a principio de diciembre, pero funciona todo el año. Es más, este año logramos tener la carpa nueva gracias a un subsidio provincial, pero por la pandemia recién ahora los socios la están disfrutando”, dijo Vidoret, mientras dos profesores daban indicaciones a un grupo de personas que estaban aprendiendo a nadar.
El complejo acuático pertenece al club desde hace unos años. Eso le permitió a la masa societaria disfrutar del lugar durante todo el año y que los dividendos queden de lleno en la tesorería.
“Los ingresos que genera este espacio son el mayor flujo que tenemos. Eso nos brinda la chance de hacer frente a varias cuestiones o afrontar diferentes eventualidades que surgen”, apuntó David, quien además hizo eje en la importancia “de que los casi los 500 socios no se borraron en la pandemia. Todo lo contrario, todos siguieron aportando porque comprenden lo importante que es su participación para mantener las instalaciones”.
Entre la oferta de actividades en la pileta sobresale aquagym para adultas y adultos, gimnasia de agua y natación para bebés desde los seis meses.
El orgullo de ser Rojo
“El pasado 6 de octubre cumplimos 100 años. Como no podíamos organizar una fiesta por la pandemia decidimos realizar una caravana en autos para celebrar ese día tan especial para los que somos del Rojo, que es un sentimiento en realidad”, aseveró David.
Y acotó: “Mucha gente participó de esa movida. Hubo personas que hacía 30 años no pisaban el club. Fue un grato momento. Ni hablar de los videos que se armaron en las redes sociales de vóley y básquet. Fue un instante precioso porque esto es una gran familia y todos los que amamos a El Tala lo consideramos como nuestra segunda casa”.
Más íntimo, Vidoret confesó: «Acá conocí a mi esposa y mis hijas hicieron vóley en su momento. Todos estamos ligados al Rojo. Es más, el que es de El Tala lo lleva en la sangre, es así”.