ATE Rosario concentró y realizó un acto simbólico en el Nodo Salud, que una vez más recibió a los trabajadores con las puertas cerradas. En un escenario de indiferencia gubernamental, pero de unidad entre los distintos sindicatos que se organizan en el sector, denunció el vaciamiento de la salud pública en un momento de creciente demanda.
El pliego reivindicativo incluye mejoras salariales frente a la sostenida dinámica inflacionaria; inversión en infraestructura y creación de cargos; condiciones dignas de trabajo e igual remuneración a igual tarea. Como parte de las exigencias comunes en la asamblea que se realizó frente al Nodo, también se planteó la necesidad de un urgente aumento en las asignaciones familiares, las recategorizaciones, la continuidad de contratos Covid y salario igual a la canasta familiar.
“Hoy en conjunto con otros sindicatos estamos haciendo esta concentración apostando a la presencia fuerte en la calle. Este acto es un abrazo solidario a los hospitales, porque corren peligro los puestos de trabajo. Nosotros tomamos un decisión política en el sindicato que estar en la calle reclamando la continuidad laboral de los 4.000 contratos por COVID y, si bien hoy no hay emergencia por pandemia, esos trabajadores y trabajadoras son fundamentales para sostener la salud pública de la provincia, por eso deben estar en sus lugares de trabajando garantizando derechos”, manifestó la Secretaria General de ATE Rosario, Lorena Almirón.
Dentro de la atención primaria de salud hay un 40% de los trabajadores y trabajadoras en estado de precariedad. Regina Bianchi, delegada de ATE Rosario en Atención Primaria de la Salud (APS) contó la situación de desventaja que padecen los precarizados: “compañeros y compañeras están ganando un diferencial, en relación al personal de planta, de 40 mil pesos menos. Quienes estamos en planta permanente estamos ganando una miseria, y por lo tanto quienes están precarizados y cumpliendo las mismas funciones que el resto, están ganando más miseria todavía”.
El recorte en el sistema público de salud se observa en el escaso recurso que brindó el actual gobierno provincial. “Uno de los aspectos que vemos en relación al recorte en salud son las condiciones laborales en diversas expresiones, cuestiones edilicias que no se resuelven, materiales de uso cotidiano y de necesidad en falta, licencias que no se garantizan y son derechos ganados por los trabajadores y trabajadoras”, recordó.
Por otro lado, en el Hospital Anselmo Gamen de Villa Gobernador Gálvez, luego dos meses de acciones gremiales, marchas y reclamos, lograron iniciar el expediente para el paso de SAMCo a hospital, pagos y revisión de pases a planta.
Eleonora Salvatierra, referente de la Junta Interna de ATE Rosario, detalló los avances en el conflicto: “nosotros tuvimos una lucha de más de 50 días, en la calle con movilización y quite de colaboración. En el día de hoy se hizo una reunión con recursos humanos, contaduría, la dirección del hospital y gente del Ministerio de Salud y nos informaron que con relación a los 13 contratos caídos, ya se van a comenzar a cargar y vamos a tener autorización. Además a la brevedad vamos a tener un número de expediente que es un logro fenomenal para todos los trabajadores y trabajadoras del Hospital”.
Si bien es un avance importante para ‘el Hospitalito’, como lo llaman en Villa Gobernador Gálvez, “hoy continuamos en la calle porque lo más detonante en todo esto es la precarización laboral de todos los profesionales y no profesionales. En nuestro caso tenemos más de la mitad del personal precarizado y en el resto de los hospitales se está trabajando de la misma manera”, sintetizó Salvatierra.
Almirón, consideró que desde el gobierno provincial “las respuestas vienen a cuentagotas, para nosotros fue triunfo parcial lo que pasó en el Gamen, donde se logró un compromiso de revisión de todos los monotributistas, para evaluar un posterior pase a planta, de iniciar un expediente para el cambio de nivel y una mesa de trabajo. Todos esos son triunfos parciales gracias a la lucha, gracias a la fuerza y la unidad en los lugares de trabajo donde la población sabe la calidad humana y profesional de quienes sostienen los efectores públicos”.