Se descubrió un cartel en memoria de la víctima de violencia institucional en la ciudad donde fue asesinado por un agente de la policía de la provincia de Santa Fe en 2015.
En un acto organizado por la Secretaría de Derechos Humanos, la provincia de Santa Fe y el municipio de Rosario, se colocó un cartel por Memoria, Verdad y Justicia en homenaje a Jonatan Herrera, asesinado por el policía Ramiro Rosales, el 4 de enero de 2015.
La señalización forma parte de una política que lleva adelante la Secretaría de Derechos Humanos para recordar a las víctimas de graves hechos de violencia institucional y expresar el repudio del Estado frente a los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad, para que estos hechos no ocurran nunca más.
De la ceremonia participaron los familiares y amigos de Jonatan, que se comprometieron con la lucha por justicia y contra la impunidad desde el momento mismo del hecho. Junto a ellos estuvieron el director Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional de la Secretaría de Derechos Humanos, Mariano Przybylski, y el director de Promoción y Protección de DD.HH de Santa Fe, Fabricio Trossero.
En representación del Municipio de Rosario estuvieron presentes el coordinador de la Secretaría de Género y Derechos Humanos, Martín Illia; la directora de Derechos Humanos y Memoria, Cecilia Vallina; y la secretaria de Género y Derechos Humanos de Rosario, Mariana Caminotti.
El caso
La tarde del 4 de enero de 2015, Jonatan Herrera, de 22 años, lavaba su auto frente a su casa cuando pasó corriendo un joven que era perseguido por una camioneta del Comando Radioeléctrico de la Policía de Santa Fe, tras un supuesto intento de robo en un comercio.
Antes de llegar al frente de la casa de Jonatan, tres policías bajaron del móvil y comenzaron a disparar. A ellos se sumaron otros agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) que se bajaron de un colectivo que justo en ese momento pasaba por ese lugar.
Jonatan intentó refugiarse detrás de un árbol de la vereda, pero fue alcanzado por uno de los más de 50 tiros que dispararon los policías en plena calle y a plena luz del día.
En un primer juicio, los jueces sentenciaron que lo sucedido había sido producto de un “imprudente y nada profesional” procedimiento, por lo que condenaron a Rosales, autor de los disparos mortales, a seis años y seis meses de prisión por homicidio culposo.
La familia y los compañeros de Jonatan no bajaron los brazos ante el intento de impunidad. Como resultado de esa lucha, la Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe anuló ese primer fallo por “arbitrario” y ordenó dictar una nueva sentencia. Finalmente, en octubre del 2022 Rosales fue condenado a 17 años de prisión como autor de homicidio doloso.