Rosario/ Barrio del Abasto.
Del ataque a balazos al local, resultó herido un mozo que recibió un disparo en la espalda a la altura del omóplato y fue trasladado al HECA en un vehículo particular, luego fue dado de alta. Pudo ser una trágedia por la cantidad de personas que había en el lugar.
Por: Jorge Díaz
El ataque se perpetró este domingo a las 23.40 Hs. En la parrilla El Establo de avenida Pellegrini 1775 (Entre Italia y España) cuando el local de comidas se encontraba abierto con los clientes en el interior.
Un sujeto que se movilizaba en una moto de color roja, se detuvo en la vereda frente al restaurant y efectuó múltiples disparos para luego abandonar el lugar.
De la balacera resultó herido un mozo, quién sufrió un disparo en la espalda, ante el temor y estupor de la gente que habría en ese momento alrededor de 100 personas en el interior que se encontraban cenando, se refugiaron debajo de las mesas, tirándose al piso y otros salieron corriendo para el lado de la cocina, mientras el agresor se daba a la fuga.
Toda la escena del ataque quedó registrada por las cámaras de seguridad del local, en una zona del Paseo Pellegrini que a esa hora es muy concurrida. Pero, parece que a los maleantes poco les importa porque se movilizan con total impunidad.
Mientras que por otro lado realizan operativo de transito sin resultados positivos contra el delito, ni las fuerzas federales que tanto pidieron los rosarinos cuando reclamaban la presencia de ellos en las movilizaciones para que haya seguridad, tampoco dieron resultados y a casi tres meses que se instalaron en nuestra ciudad se podría decir que el accionar para combatir el delito es un fracaso.
Hoy la realidad es de incertidumbre, ya en varios barrios en ciertas horas del día no se puede salir a la calle, ni para disfrutar con la familia un fin de semana, ir a cenar, visitar amigos o familiares porque la muerte está en las puertas de su casa.
Por otra, Los turistas que estuvieron presentes en El Establo protagonizaron una escena, quizás no se la olviden por mucho tiempo, que desde sus lugares de origen esta violencia se ve en las pantallas de algún n canal de cable o película de Netflix. Aquí fue en vivo, real, sin extras ni balas de fogeo, que por la magia de la fortuna, las balas hubiesen alcanzado a más personas y hoy estaríamos hablando de una tragedia.
Acá en Rosario manda el narcotráfico, los jefes que están en las cárceles ordena a quien balear o matar, y cuya sangre riega las calles de nuestra ciudad ante la mirada pasiva del gobierno provincial y judicial.