Los restos pertenecían a víctimas que habían sido detenidas en el Taller “Automotores Orletti”, era el centro de operaciones regional en el marco del llamado «Plan Cóndor» y allí la banda de Gordon coordinó tareas con represores de Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay. Las víctimas eran torturadas, extorsionadas, robadas y asesinadas, para quedar desaparecidas.
Los cuatro tambores que fueron encontrados en 2012 en la localidad de San Fernando con restos óseos de víctimas de la última dictadura cívico-militar pasarán a formar parte del acervo del Archivo Nacional de la Memoria (ANM).
Por orden de la Justicia Federal, los tambores metálicos que permanecían bajo custodia del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) fueron trasladados al Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) y recibidos en un acto que tuvo lugar en la sede del Archivo.
La Secretaría de Derechos Humanos de la nación explicó, que los tambores se encontraban en el INTI, debido a que la institución había colaborado con el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en la realización de pericias judiciales para develar su historia. Gracias a ese trabajo se pudo determinar que los restos hallados pertenecían a víctimas que habían sido detenidas en el ex CCDTyE “Automores Orletti” de la Ciudad de Buenos Aires, y que entre ellas se encontraban dos diplomáticos cubanos.
La ceremonia estuvo encabezada por el secretario Horacio Pietragalla Corti y el embajador de Cuba en Argentina, Pedro Pablo Prada, junto al titular del INTI, Rubén Geneyro, y el presidente del Archivo Nacional de la Memoria, Marcelo Castillo,
Participaron también del acto integrantes del Foro por la Memoria, Verdad y Justicia del INTI, y profesionales de la Dirección de Transporte y Logística del organismo que participaron del procedimiento de traslado de los tambores, garantizando tanto su protección como la cadena de custodia.
“Si llegamos a esto es porque el INTI existe, porque resistió en los peores momentos y pudo trabajar para que hoy podamos evidenciar el horror de lo que significó la dictadura militar y los métodos de su aparato represivo”, señaló Pietragalla durante el acto. En este sentido, afirmó que “es nuestro deber desde este lugar, y el mejor homenaje que podemos hacer a los compañeros detenidos-desaparecidos, seguir generando conciencia en la sociedad de que ellos fueron desaparecidos, detenidos y torturados porque resistían al modelo económico de exclusión que se instaló a partir del Golpe”, sostuvo el funcionario.
El Secretario destacó además que se está trabajando para “que en breve los tambores puedan estar exhibidos en nuestra hermana república de Cuba, para seguir construyendo el país y el mundo que deseamos”.
Por su parte, el embajador cubano agradeció a la Secretaría de Derechos Humanos y al Archivo “por completar parte de un proceso que para nosotros ha sido tan doloroso como para ustedes” y sostuvo que “los procesos de Memoria, Verdad y Justicia son un componente esencial de la manera en que se estructura una nación para no repetir los errores del pasado y para caminar hacia el futuro”. En referencia a los diplomáticos cubanos desaparecidos, Prada expresó que “todo lo que estamos haciendo hoy es para que la memoria de ellos no se pierda”.
Durante el encuentro, se concretó la firma que formaliza la entrega de los tambores que a partir de hoy formarán parte del acervo del Archivo Nacional de la Memoria, indicó el organismo de Derechos Humanos.
Esta acción forma parte de una serie de iniciativas de cooperación y asistencia mutua entre el INTI y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación para fortalecer los procesos de Memoria, Verdad y Justicia.
Autoridades del Gobierno contaron la historia de los tambores, cuando en junio de 2012 ocurrió un hecho casual que resultó clave para identificar los cuerpos de cuatro detenidos-desaparecidos desde 1976. Según fuentes judiciales, unos niños salieron a cazar cuises en una tosquera de la localidad de San Fernando -a 15 kilómetros de la Capital Federal- y decidieron llamar a la policía cuando se toparon con un tambor que contenía restos óseos en su interior. Luego de este primer descubrimiento se realizó una búsqueda exhaustiva que permitió dar con tres recipientes metálicos más de similares características.
A partir de estos hallazgos, especialistas del INTI -de los sectores de Construcciones, Mecánica y Procesos Superficiales- colaboraron con el EAAF en pericias sobre los tambores. El trabajo consistió en la caracterización de los tambores, productos de corrosión, material terroso adherido a la parte exterior y cementicio. También realizaron un relevamiento y muestreos del sedimento del Canal de San Fernando. En los laboratorios de INTI, analizaron y estudiaron las muestras recolectadas tanto en el terreno como en las paredes de los tambores para conocer su distribución granulométrica y composición.
Para investigar el material terroso adherido a la parte exterior de los tambores, los especialistas del INTI realizaron —desde su experticia geológica— una identificación y correlación de estos sedimentos. Para ello, analizaron imágenes satelitales y fotografías aéreas del predio donde se encontraron, que sirvieron para reconstruir su historia desde el año 1968 a 2013. Además, efectuaron diversas inspecciones técnicas y relevamientos in situ, donde estudiaron perfiles del terreno y extrajeron muestras del espacio circundante.
«Pudimos concluir que los tambores hallados durante 2012 y 2013 en el predio de San Fernando se correlacionan con los que fueron arrojados en el canal San Fernando en octubre de 1976», declaró el licenciado en geología Fabio Luna, que formó parte del equipo de trabajo del sector de Construcciones del INTI. De esta manera, se pudo fijar una cronología precisa para los hechos y se develó la historia del sitio de hallazgo de los tambores, que fueron arrojados con los cuerpos de personas detenidas ilegalmente en Automotores Orletti, el epicentro del Plan Cóndor en Argentina, desde donde cooperaban y articulaban las dictaduras del cono sur.
El INTI, de esta manera colaboró en una investigación judicial de aplicación en el campo de la Geología Forense, explicaron autoridades de la Secretaría de Derechos Humanos.