En su primera presentación en Rosario, la cantante brindó un soberbio concierto de clásicos del pop y el rock reversionados al ritmo del jazz, swing y el Rhythm and blues.
En la noche del sábado, la cantante Elizabeth Karayekov se presentó junto a su Big Band por primera vez en Rosario. El lugar elegido fue la sala de Ciudad Cultural Lavardén (Sarmiento y Mendoza), donde –a sala llena– se pudo disfrutar un exquisito concierto y puesta en escena que evocó a los años ’40 y ’50, época dorada de las grandes bandas de jazz y swing.
Con una puesta en escena sencilla pero muy lograda, con los 14 integrantes de la orquesta elegantemente vestidos, y ella con un vestuario que de alguna manera homenajeaba a las ‘big bands’, la mítica sala ubicada en el centro de Rosario fue testigo de un concierto memorable.
Karayekov y su Big Band no se anduvieron con vueltas: intentaron y logran transportar al público setenta años en el pasado, para revivir una época dorada.
Además del vestuario se destacaba una ambientación con luces difusas, que daban una imagen de penumbra. Nada estuvo librado al azar, desde el micrófono de pie antiguo hasta un vestido negro, con guantes largos, que transportaban a los y las presentes hacia los dorados años ‘50.
El repertorio incluyó clásicos del rock y del pop de los últimos 40 años, reversionados en forma soberbia. Así, pudieron escucharse “Crazy”, de Aerosmith; “Black or White”, de Michael Jackson, “Lately”, de Stevie Wonder y “Like a Virgin”, de Madonna, que fue ovacionado por los arreglos al ritmo de charleston.
Con imponentes arreglos musicales, también se disfrutó de “Wonderwall”, de Oasis, y “Can’t Buy Me Love”, de The Beatles. Párrafo aparte merecieron las soberbias reversiones de “Got my mind set on you”, de George Harrison y “Should I Stay or Should I Go”, de The Clash.
En un momento del espectáculo, Elizabeth ofreció tres temas de música nacional, “Mary Poppins”, de Fabiana Cantilo, “Wadu Wadu” de Virus y “Bailando en la vereda”, de Raúl Porchetto, que fue ovacionado por el público.
El cierre, con “Footloose” de Kenny Loggins, transportó a muchos de los asistentes al concierto a la película icónica del año 1984, protagonizada por Kevin Bacon y Lori Singer.
El cuidado repertorio musical estuvo guiado por el carisma y manejo de escenario de Karayekov, que confesó haberse enamorado de Rosario hace varios años y que ese amor la hizo mudarse a la ciudad ubicada a orillas del río Paraná.