También conocido como de barro o chileno, este artefacto económico y funcional es de construcción sencilla y rápida. Los cupos para el taller teórico y práctico son limitados.
La Municipalidad de Rosario, a través del Programa de Agricultura Urbana, lanzó la convocatoria a un taller de capacitación para la construcción de un horno chileno, también conocido como horno de barro, que tendrá lugar el jueves 10 de mayo a las 9, en el Centro Agroecológico Rosario, en Lamadrid 250.
Se trata de un taller teórico-práctico que permitirá conocer el paso a paso de la construcción del horno chileno, también llamado horno de barro o ecológico. El horno ecológico permite ahorrar tiempo, trabajo y dinero. Disminuye el consumo de combustible (leña) y contribuye a un mejor manejo de los recursos naturales.
Los cupos son limitados y se requiere inscripción previa vía correo electrónico acentroagroecologicorosario@
Menos leña, más comida
Nació como horno chileno, pero también se lo conoce con otras denominaciones: horno ecológico, de tambor, económico u horno de alto rendimiento, entre varios nombres que suele recibir.
Singular y adaptado a la cocina nacional, este horno funciona de manera semejante a las antiguas cocinas de hierro alimentadas a leña. El fuego y el calor rodean al horno, que está en un compartimiento aislado y no toma contacto con los gases quemados. Sus ventajas respecto de las cocinas son la gran capacidad del horno y una forma de cocción más pareja.
Principales características
Se distingue por ser de construcción sencilla y rápida. Posee una cámara para el fuego, con una entrada para la leña, una cámara de cocción de la comida y una chimenea, con su regulador de tiraje. Las paredes pueden ser de ladrillo, o ladrillos asentados en barro.
Tiene capacidad para dos parrillas, donde podrán cocinarse hasta 16 panes caseros medianos y varias docenas de empanadas. Su funcionamiento es económico, ya que usa como combustible leña pequeña y de bajas calorías, pero también es posible emplear cajones de madera, cartones y papeles. Además, admite residuos como hojas secas, cáscaras de frutas o materiales de desecho. Así, utiliza la mitad de la leña que necesita un horno de barro tradicional para el mismo tipo de comida.