La propuesta anual de la Dirección de Infancias giró en torno a las bebetecas, en el marco de una sostenida labor de supervisión técnico-pedagógica de instituciones que involucran a 11 mil niños.
A lo largo de una serie de encuentros que se desarrollaron entre los meses de julio y octubre en el Centro Municipal Distrito Centro y en el espacio Zona de Aprendizajes (Laprida 1051), unos 200 docentes de nivel inicial que se desempeñan en diferentes jardines de infantes particulares de la ciudad pudieron reflexionar sobre sus prácticas educativas y conocer nuevas herramientas para el desarrollo de la alfabetización temprana.
Los encuentros, organizados por el área de Supervisión de Jardines de la Dirección de Infancias municipal, estuvieron coordinados por Silvia Moya, profesora de Letras de la Universidad Nacional de Rosario, con diplomatura superior en Infancias, Educación y Pedagogía (Flacso) y con un largo recorrido profesional vinculado a la literatura infantil y la formación docente.
El objetivo central de la capacitación fue brindar a las y los docentes nuevas herramientas para propiciar contextos de alfabetización temprana, a la par que les permitió conocer cómo organizar una Bebeteca (biblioteca destinadas a niños y niñas de 0 a 3 años aproximadamente), con qué materiales, además de reflexionar acerca de su rol como mediadores de lectura. En relación con esto, resultó significativo para las y los participantes poder conocer la experiencia de la Bebeteca que funciona en la Biblioteca Argentina.
Las jornadas adoptaron la modalidad de talleres vivenciales, en los que cada docente pudo revisar y compartir su propia experiencia con la literatura y recorrer textos variados, en un espacio ambientado como una Bebeteca. La propuesta apuntó a propiciar la construcción de espacios donde ocurra de manera regular y sistematizada el encuentro entre niñas/niños, libros y quienes puedan oficiar de mediadores de la lectura.
Natalia Álvarez, del área de Supervisión de Jardines, destacó la importancia que tienen estos espacios de formación. “La actualización permanente de quienes acompañan el tiempo de crecer de las infancias es fundamental, ya que enfrentan una tarea cotidiana compleja”, comentó Álvarez, y agregó: “Los espacios que alojan a niñas y niños de la primera infancia deberían constituirse en ámbitos que propicien experiencias significativas, puesto que lo vivido en esta etapa asume un papel determinante para el futuro”.
La bebeteca: un espacio para estimular la alfabetización temprana
La bebeteca es la primera biblioteca destinada a bebés desde los primeros meses de vida hasta los 3 años de edad. Se trata de un espacio que contribuye a consolidar la relación entre bebés y adultos, apuntando a desarrollar y estimular los hábitos de lectura desde temprana edad.
El ciclo de formación apuntó a lograr hacer accesibles las producciones literarias a niñas y niños, considerando esto como una práctica inclusiva imprescindible para el desarrollo de competencias comunicativas y para habilitar la construcción de universos simbólicos.
“Desde una perspectiva social podemos analizar la lectura como un derecho inalienable de ciudadanía: portadora de valores de belleza, registro de memoria colectiva y espacio insustituible de construcción de identidades”, afirmó Álvarez y señaló que estas prácticas se llevan adelante considerando que “dar de leer constituye una tarea imprescindible para la construcción de ciudadanía y el acceso pleno a los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes”.
Supervisión de Jardines de infantes particulares
La Dirección de Infancias y Familias lleva adelante la supervisión técnico-pedagógica de los jardines de infantes particulares (instituciones que se solventan únicamente mediante el pago de un arancel por parte de las familias que envían a sus niños). Actualmente son 210 jardines, a los que concurren cerca de 11.000 niñas y niños, los supervisados por el municipio.
La supervisión abarca aspectos administrativos, y pedagógicos, verificando la calidad de las planificaciones, la idoneidad de los profesionales contratados y otros aspectos organizativos. Cuando se detectan irregularidades, se efectúan visitas de seguimiento al jardín hasta tanto se mejoren las falencias detectadas.