La reunión de la comisión de Control, Convivencia y Seguridad Ciudadana realizada el lunes 30 de noviembre, a través de la plataforma Zoom, la encabezó su presidente, Roy López Molina, de Cambiemos, y participaron Pedro Salinas, de Ciudad Futura-FSP; María Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular; Ariel Cozzoni, de Unite-Un Gol para Rosario; Susana Rueda, de Rosario Progresista; Marcelo Megna, de la Unión Cívica Radical, y Carlos Cardozo, de Juntos por el Cambio.
A partir del tratamiento de un proyecto de la concejala Renata Ghilotti, de Propuesta Republicana, para la instalación de alarmas comunitarias en Cochabamba al 3900 y cuadras aledañas en coordinación con los vecinos de la zona, recordó el edil López Molina que “la Municipalidad no instala alarmas comunitarias” y recordó como antecedente durante la gestión en la Secretaría de Control de Pablo Seghezzo, la compra a través de un crédito de 11 millones de pesos del Banco Interamericana de Desarrollo (BID) de cámaras de videovigilancia, botones de pánico y alarmas comunitarias.
Marcó el concejal Cardozo “innumerables casos -10 por lo menos- en los últimos tiempos de pedidos de vecinos que no tienen capacidad para instalar las alarmas que requieren algún tipo de colaboración” y precisó, entre otros de los barrios Empalme Graneros, Ludueña o Saladillo.
En igual sentido expresó que de acuerdo a lo exhibido por los vecinos los costos de instalación “de una cuadra con videocámaras es de 50.000 pesos y solo alarmas, entre 25.000 y 28.000 pesos”, por lo que planteó “tratar de recrear algún tipo de mecanismo de asistencia”.
Propuso el edil López Molina “generar algún proyecto de ordenanza y eso discutirlo luego cuando se trate el presupuesto”.
La concejala Gigliani mencionó que “la instalación de alarmas comunitarias se había realizado a través del Presupuesto Participativo” y acotó “me parece interesante pensar en alguna alternativa”.
Agregó en una nueva intervención el edil López Molina que “no es tan sencillo” porque “cuando lo instalan los vecinos es de uno o del conjunto, pero en este caso habría que ver, por ejemplo, comodato”.
La concejala Gigliani propuso realizar alguna reunión con funcionarios de la Secretaría de Control y Convivencia y por otra parte estimó que “lo dificultoso es el criterio de justicia, a qué barrios se prioriza”, entre otros aspectos.
Insistió el edil López Molina en “una ordenanza que reduzca al máximo posible la discrecionalidad” aunque marcó que la instalación de las alarmas indica “una falta de respuesta del Estado”.
Por su parte la concejala Gigliani, hizo referencia que a partir de la instalación de las alarmas “en los barrios se ha avanzado en la organización”.
En tanto la edila Rueda sugirió también la posibilidad de “facilitar a los vecinos créditos del Banco Municipal de Rosario para la colocación de alarmas”.
Se acordó que se invitará para conversar sobre la cuestión a algún funcionario de la Secretaría de Control y Convivencia para la próxima reunión de la comisión.