El Concejo analiza la regulación de la tanatopraxia

En la reunión de la Comisión de Salud del Concejo Municipal de Rosario, se llevó a cabo una audiencia con empresarios del sector funerario y funcionarios municipales para discutir un proyecto de ordenanza que busca regular la práctica de la tanatopraxia. La reunión se centró en la necesidad de establecer un marco normativo que garantice estándares adecuados en esta actividad.

Durante la reunión de la comisión de Salud, se incorporaron Julia Irigoitia, de Bloque Justicialista y presidenta de la comisión de Gobierno y Jessica Pellegrini, de Ciudad Futura, integrante de la misma, para abordar junto al resto de concejales el tratamiento en conjunto sobre aspectos y detalles del proyecto de ordenanza sobre la práctica de Tanatopraxia.

Entre los asistentes se encontraban Víctor Caramuto, presidente de la cochería Caramuto, y presentador de la iniciativa en tratamiento, Sandra Colman, experta y profesional en tanatopraxia; Fernando Fagoaga, director General de Cementerios y Defunciones, Marcelo Alonso, subdirector general de Cementerios y Defunciones y Florencia Villarruel de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público, de la Municipalidad de Rosario.

Durante la audiencia, se presentaron modificaciones al proyecto de ordenanza basadas en información proporcionada por la Municipalidad y la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario. Los participantes destacaron la importancia de contar con una regulación que contemple las necesidades del sector funerario, apoyada por la Cámara Empresaria de Servicios Fúnebres y Afines de la Provincia de Santa Fe.

Se mencionó que, aunque existe un vacío legal a nivel nacional, con un proyecto de ley presentado en 2009 que no fue tratado, la Ordenanza 9774/2009 de la Municipalidad de San Rafael, Mendoza, se considera una referencia válida. La tanatopraxia, un método de conservación del cuerpo, se presenta como una solución para evitar riesgos biológicos, ya que implica la sanitización del cadáver.

Los concejales subrayaron que, al no haber una norma vigente en Rosario, actualmente solo se permite vestir a los cuerpos, lo que limita las opciones para las familias. En cambio, la práctica de la tanatopraxia permitiría preparar adecuadamente el cuerpo, especialmente en casos de repatriación o cuando el velorio supera las 36 horas.

Desde la perspectiva municipal, se enfatizó que la regulación no busca imponer obligaciones, sino ofrecer la opción a las empresas que deseen incorporar este servicio, siempre cumpliendo con las normativas establecidas. El proyecto contempla la necesidad de espacios adecuados y procedimientos específicos para llevar a cabo la tanatopraxia de manera segura.

La tanatopraxia, relataron, es un método de conservación que se utiliza en todas partes del mundo, pero en Latinoamérica, esto viene retrasado. Implica una sanitización del cuerpo para evitar posibles daños infectocontagiosos ya que los cadáveres contaminan y hay un riesgo biológico importante que se maneja y para esto, es uno de los enfoques que se plantea la tanatopraxia.

El rubro funerario plantearon «se considera como el último eslabón en el camino de la vida y el primero en el camino del duelo pues esta será la última imagen que le va a quedar a la familia de la persona fallecida» y por tanto supone, «un aspecto humano a valorar y tener en cuenta».

En ese sentido, interesa mucho cómo se ve el fallecido y sobre todo que sanitizado el cuerpo, pueda no ofrecer riesgo ni a la familia ni a los trabajadores que están en contacto directo y cercano con él y este es otro de los enfoques desde el cual mirar este tema.

Aseguraron que, para poder realizar la práctica de tanatopraxia hay que tener un tanatorio, un espacio acondicionado y con las condiciones adecuadas para llevar a cabo los procedimientos, sin él no se puede realizar la tanatopraxia.

De este modo, cualquier empresa funeraria podrá instalar un tanatorio y hacer una tanatopraxia, si se cuenta con una legislación, una norma que especifique y regule la actividad.