Expediente 253.174 de la concejala Magnani.
D E C L A R A C I Ó N
El Concejo Municipal manifiesta su acompañamiento a las diversas agrupaciones sociales que luchan por los derechos de las mujeres, del mismo modo que a las actividades a desarrollarse el 25 de noviembre del corriente año, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Asimismo, expresa su reivindicación a las leyes nacionales y provinciales Nº 26.485 y Nº 13.348 respectivamente, con el objetivo de exigir el cumplimiento de las mismas.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
La Asamblea General declaró esta fecha en 1999 e invitó a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer. La fecha del 25 de Noviembre fue elegida en conmemoración del brutal asesinato en 1961 de las tres hermanas Mirabal, activistas políticas de la República Dominicana, por orden del entonces gobernante dominicano Rafael Trujillo.
Mensaje del Secretario General con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer – 25 de noviembre de 2018.
La violencia contra las mujeres y las niñas es una pandemia mundial, así como un agravio moral para todas ellas, un motivo de vergüenza para todas nuestras sociedades y un obstáculo importante para el desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible. En esencia, es síntoma de una profunda falta de respeto, de que los hombres no reconocemos la igualdad y la dignidad inherentes a las mujeres. Se trata de una cuestión relacionada con los derechos humanos fundamentales.
La violencia contras las mujeres y las niñas puede adoptar muchas formas, desde agresiones domésticas hasta la trata de personas, desde la violencia sexual en los conflictos hasta el matrimonio infantil, la mutilación genital y el feminicidio. No solo perjudica a las víctimas, sino que también afecta a las familias y la sociedad. Asimismo, tiene una dimensión política importante, dado que está relacionada más en general con el poder y el control en nuestras sociedades. Vivimos en un mundo dominado por los hombres, y la vulnerabilidad de las mujeres a la violencia se debe a las múltiples formas en que las mantenemos en situación de desigualdad.
Este último año ha aumentado la atención que recibe una de las expresiones de este tipo de violencia. La mayoría de las mujeres sufren acoso sexual en algún momento de su vida. El aumento del número de casos hechos públicos, denunciados por mujeres de todas las regiones y condiciones sociales, está poniendo de manifiesto la magnitud del problema y el poder transformador que tienen los movimientos de mujeres para impulsar la adopción de medidas y la toma de conciencia necesarias para eliminar el acoso y la violencia en todo el mundo.
Este año, la campaña mundial de las Naciones Unidas ÚNETE, cuyo objetivo es poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, destaca nuestro apoyo a supervivientes y activistas con el tema “Pinta el mundo de naranja: #EscúchameTambién”. El naranja es el color de la solidaridad en todas las actividades de esta campaña y la etiqueta #EscúchameTambién pretende enviar un mensaje claro: que se debe poner fin de inmediato a la violencia contra las mujeres y las niñas y que todas las personas tenemos que implicarnos para lograrlo.
De ese mensaje también se hace eco la Iniciativa Spotlight de la Unión Europea y las Naciones Unidas. Este programa, dotado de 500 millones de euros, empoderará a supervivientes y activistas para que se conviertan en agentes del cambio en su casa, su comunidad y su país. No obstante, si bien se trata de una inversión inicial considerable, sigue siendo minúscula, teniendo en cuenta la magnitud de las necesidades, por lo que debe considerarse una primera inversión en un movimiento mundial. Hasta que las mujeres y las niñas, que constituyen la mitad de la humanidad, vivan sin miedo, sin violencia y sin inseguridad diaria, no podremos afirmar realmente que vivimos en un mundo justo y equitativo.