Integrantes del equipo de trabajo del CCB recorrió las casas de vecinos y vecinas del barrio para festejar «en familia» los 22 años de existencia con una torta y cantar el feliz cumpleaños.
El Centro de Convivencia Barrial Vía Honda, ubicado en Dr. Riva 5501, celebró sus 22 años de vida. Lugar de referencia y encuentro para el barrio, entre el miércoles 28 y el viernes 30 de octubre realizó un festejo extremando los cuidados y respetando los protocolos, en familia.
“Es importante esta celebración, que en el marco de la pandemia nos permite visibilizar todo el trabajo que se hace desde el municipio para acompañar a los barrios más necesitados en un año tan difícil. En el caso de Vía Honda, tenemos en el corazón del barrio un Centro de Convivencia Barrial que abre todos los días acompañando a las familias, a las infancias, niños y jóvenes del barrio. Para nosotros es importante dar continuidad a esta propuesta que tiene como objetivo cuidar a la rosarinos y rosarinas”, sostuvo el secretario de Desarrollo Humano y Hábitat, Nicolás Gianelloni.
Parte del equipo del Centro de Convivencia junto al secretario y la coordinadora de Políticas Socioeducativas, Andrea Fortunio, visitaron las casas de las familias vinculadas a la institución con una torta simbólica realizada por los profes y seños con una velita y exquisitas minitortas hechas en la cocina del Centro de Convivencia, cantando en cada hogar el ‘cumpleaños feliz’.
Fernando, profesor de educación física en la institución, relató: “Tuvimos que pensar una nueva modalidad de festejo, esta vez llegando nosotros a cada casa. Organizamos un festejo virtual con fotos y videos y una recorrida por el barrio con una torta simbólica realizada en cartapesta y con minis tortas con sorpresas de regalo elaboradas por Leonardo, el auxiliar de cocina del Centro de Convivencia».
«Todo esto nos permite estar cerca de cada familia; las visitas son muy gratificantes porque la gente te expresa lo importante que fue y es el lugar para ellos y ahí cuando te das cuenta lo significativo del trabajo de todos y todas”, agregó.
Actualmente los educadores y educadoras están trabajando con grupos reducidos, en pequeñas burbujas de hasta 4 o 5 chicos para hacer distintas actividades como por ejemplo el uso del espacio de tecnología, la huerta y también con grupos de WhatsApp donde comparten recetas, actividades y talleres para mantener el contacto estrecho y cercano.
Érica Aguirre, coordinadora del Centro de Convivencia, comentó: “Esperamos muy pronto volver al trabajo diario con las familias, poder encontrarnos con los más pequeños en los espacios de juego, enriquecer nuestra mirada con lo que ellos y ellas transmiten. Estar juntos en las dificultades y tender la mano para superarlas».
«Lo más fuerte que nos pasó en estas recorridas es darnos cuenta de cuanto extrañamos a los niños y niñas en nuestra cotidianidad. Ese vínculo diario es muy fuerte”, resaltó.
El Centro de Convivencia Barrial es el espacio territorial en el que Estado local propicia encuentros, educación, capacitación y recreación y promueve acciones de cuidado. Es la cara amiga de la Municipalidad en cada uno de los barrios donde los vecinos más necesitan apoyo y contención, donde día a día se llevan a cabo acciones que se integran y amplían para mejorar las condiciones de vida de miles de rosarinas y rosarinos.
Andrea Fortunio, coordinadora de Políticas Socioeducativas señaló: “Las propuestas socioeducativas y socioalimentarias para las infancias adquieren un rol medular en la vida de los Centros de Convivencia Barrial, constituyéndose en una red de sostén en la que las familias se insertan, conformando apoyos que complementan y fortalecen la tarea de la crianza, el cuidado y la educación».
«Como primer espacio público, el Centro de Convivencia Barrial se transforma, para esos niños y niñas y esas familias en un espacio común y estatal, en un entramado de interacciones que producen constantes encuentros con el otro, con lo diferente y con lo que es de todos”, enfatizó.
Centros de Convivencia Barrial
Los Centros de Convivencia Barrial (CCB) están ubicados estratégicamente en los barrios de mayor vulnerabilidad de la ciudad y allí se desarrollan instancias de capacitación, recreación, consultoría legal, de salud, entre otras.
Posibilitan la inclusión de grupos familiares completos propiciando el pleno ejercicio de sus derechos a través de:
– Incorporación y permanencia en el sistema educativo formal de niños, niñas y jóvenes.
– Inclusión digital para infancias y juventudes.
– Inclusión socio-laboral para jóvenes.
– Incorporación de personas mayores en actividades socio-educativas.
– Inclusión de personas mayores en espacios deportivos-recreativos.
– Fortalecimiento de lazos familiares y comunitarios.
– Asistencia social a grupos familiares en situación de extrema vulnerabilidad.
– Promoción del desarrollo de organizaciones sociales, integrándolas a la red de protección social barrial (comedores, copas de leche, centros comunitarios).