El campo. Estamos otra vez frente a una impiadosa sequía

La primavera está plena. No obstante, las lluvias, que caracterizan la estación húmeda en la región núcleo de nuestro país, no aparecen. La sequía que se empezó a manifestar desde hace tiempo, se acentuó en estos días.

 

Esto genera un ambiente de baja humedad relativa y gran amplitud térmica, muy perjudicial para los cultivos y pasturas naturales. Los climatólogos lo atribuyen al fenómeno llamado “la niña”.

Como resultado de ello, se observa un deterioro significativo en la evolución del trigo, que en estos momentos están llenando el grano. De esta manera, se presentan muy desmejorados, con baja potencialidad de rendimiento, donde alrededor del 8% de los lotes presentan daños irreversibles y no se van a cosechar.

A su vez, la Bolsa de Comercio de Rosario estima una pérdida de al menos un 40% de la producción de trigo en la región núcleo, respecto a lo estimado a la siembra. Esta merma no representa un riesgo en la provisión nacional de este cereal.

Por otra parte, la siembra de producción de verano como soja, maíz, girasol y sorgo, está literalmente parada a la espera de precipitaciones. Vale reconocer que se consolida un año seco durante todo el ciclo de cultivo.

Además, y observando la producción ganadera, existe gran preocupación por la falta de rebrote de los pastos, afectando tanto a los rodeos de cría, que están a máximo requerimiento forrajero pudiendo afectar el servicio, como a los tambos que ya no tienen más reservas de pasto para utilizar.

Ante esta realidad, como productores de materias primas, vemos con mucha preocupación el horizonte productivo que tenemos por delante.

Sin embargo, como en toda actividad de producción, no solamente se requiere de las bondades del suelo y del clima, también se necesitan desde la dirigencia política reglas de juego claras para la más correcta planificación y ejecución, evitando cambios y alteraciones que afecten el resultado final.

Desde esta institución, y en estos tiempos tan difíciles que atraviesa nuestro país, sentimos el compromiso de expandir la producción agropecuaria, fuente de ingreso de divisas para el país. Por eso, apoyamos que el sector vuelva otra vez a apostar con su esfuerzo, para el bien de la sociedad en su conjunto.