Los ediles del interbloque Cambiemos Rosario se reunieron, vía zoom, con los representantes de los bares de la ciudad, en su mayoría denominados «bares boutique», locales gastronómicos de pequeñas dimensiones y estilos muy marcados; quienes advierten la delicada situación que atraviesa todo el sector gastronómico.
La gastronomía sin dudas ha sido uno de los sectores más golpeados durante esta pandemia. Ayer la provincia de Corrientes anunció la apertura de los bares y restaurantes bajo estrictas normas de seguridad sanitaria; aquí seguimos esperando, y los titulares de los bares, muchos de ellos los denominados «boutique», advierten: “Necesitamos abrir las puertas para no desaparecer”.
Los Concejales Roy López Molina, Marcelo Megna, Agapito Blanco y Renata Ghilotti mantuvieron una reunión con el sector y abordaron diferentes aspectos relacionados con su actividad, la delicada situación económica en la que se encuentran, los protocolos de salud necesarios para abrir sus puertas al público y la iniciativa de Megna para que los locales gastronómicos puedan utilizar el espacio público para colocar mesas y sillas, de manera excepcional.
“El sector gastronómico se encuentra herido gravemente, se aferran a la creatividad para generar ingresos a partir de promociones en el delivery o los menues take away, pero no es suficiente”, argumentó el edil y presidente del bloque Cambiemos, Roy López Molina, para quien “la reunión fue positiva. Pudimos abordar aspectos importantes para sostener el empleo, respetar el distanciamiento y la implementación de protocolos; y eso será lo que elevaremos a las autoridades para que se considere su reapertura”.
Según el relevamiento de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario, unas 14 mil personas trabajan en los 1.600 bares y restaurantes habilitados, de los cuales el 78 por ciento no pudo pagar todos los servicios.
Al respecto, los dueños de los bares, en reunión con los ediles, confirmaron estos números y coincidieron en que “de permanecer cerrados al público, casi la totalidad no podrá afrontar el pago de servicios y muchos deberán bajar sus persianas. Como ya sucedió con el tradicional Bar Blanco, La Maltería, entre otros”.
Por su parte, el edil Marcelo Megna se refirió sobre su proyecto de permitir que los bares y restaurantes de la ciudad puedan utilizar veredas y otros espacios públicos para poner mesas, y remarcó que “va a tomar un tiempo hasta que los rosarinos nos animemos a disfrutar nuevamente de esos comercios. Mientras tanto, nos pareció una buena medida el hecho de que puedan ofrecer sus servicios al aire libre, en el espacio público. Los ayudamos a ellos y protegemos a la población”.
Para finalizar, Agapito Blanco indicó que: “Sabemos que el 80 % de los establecimientos gastronómicos se encuentran en situación de una convocatoria de acreedores informal, mientras que el 20% restante, enfrenta quebranto. Desde el Concejo Municipal hemos presentado distintas iniciativas tendientes a generar paliativos de distinto tipo, como métodos de pago diferido de las cuentas municipales, suspensión de retenciones, entre otras”.