Esta mañana nos despertamos con la triste e indignante noticia de que finalmente el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, con su Ministro de Seguridad Sergio Berni a la cabeza, procedió al desalojo violento de las familias que se encontraban asentadas hace meses en Guernica.
La falta de vivienda digna y el déficit habitacional es un problema estructural que afecta principalmente a los sectores populares y los trabajadores. Las llamadas «tomas» son el emergente de la concentración de tierras en pocas manos, la especulación inmobiliaria y la falta de políticas de Estado que resuelvan este problema garantizando derechos constitucionales.
Repudiamos la represión violenta que sufrieron las familias de Guernica y nos mantenemos en alerta apoyando a los trabajadores del Proyecto Artigas. También manifestamos nuestra solidaridad con las familias asentadas en Magaldi y Benteveo en nuestra ciudad, que por estas horas enfrentan también una orden de desalojo.
La represión no es la solución a los justo reclamos. Ayer, en Guernica, había cientos de familias sin vivienda. Hoy cientos de familias seguirán sin vivienda. A la intemperie.