En el primero de los casos se destaca la reutilización de aceites vegetales y grasas de fritura usado para la producción de biocombustibles, presentado por Bonfatti.
Se trata de residuos considerados como tóxicos, que requieren de un control y una gestión integral que contemple su generación, manipulación, recolección, almacenamiento, trasporte y tratamiento.
Los productores de estos aceites son, por ejemplo, los comedores escolares, industriales, hoteles, centros de salud restaurantes y bares. El objetivo es la prevención de la contaminación hídrica del suelo, minimizar la generación de gases de efecto invernadero, y la concientización.