La iniciativa fue devuelta al Senado para su sanción definitiva.
La Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó con modificaciones el proyecto de Presupuesto que había ingresado con media sanción del Senado. Durante una sesión semivirtual presidida por el titular de la Cámara de Diputados, Miguel Lifschitz, la iniciativa fue avalada por los bloques del Justicialismo, Frente Progresista, Juntos por el Cambio, Somos Vida y Familia y del Frente Renovador. En tanto, se opusieron los bloques del Frente Social y Popular-Ciudad Futura e Igualdad. La diputada de Somos Vida, Amalia Granata, se abstuvo al momento de la votación en desacuerdo con el texto votado.
Ricardo Olivera (PJ) respaldó el primer año de gestión del Poder Ejecutivo, marcado por la pandemia de coronavirus, “que ha generado una caída global de la economía superior a la de 1930” y presentó los cuatro objetivos del presupuesto: «la reconstrucción del entramado productivo; inversión pública; el desarrollo de sectores esenciales como el educativo, la salud, la cultura, social; y generar un modelo de desarrollo provincial, que sea federal e inclusivo, y con perspectiva de género».
También destacó el Plan Incluir, que contempla “al conjunto de los municipios y comunas que, como el Plan Abre, plantea mejorar la calidad de vida mediante obras estratégicas, el hábitat, el saneamiento, la energía, fortalecer las redes sociales y la participación ciudadana”. En este punto, también destacó “la fuerte descentralización de las tareas en municipios y comunas y la creación de un Consejo Provincial de Políticas Sociales”, que coordinará las acciones.
“En Santa Fe como en la Nación la pandemia generó un mayor desempleo, una caída de la inversión privada y una interrupción de la obra pública”, señaló el legislador. “Pero este presupuesto plantea una serie de políticas públicas con eje en la inclusión, como el boleto educativo, el plan de conectividad, la perspectiva de género. Estamos votando también un modelo de inversión pública que intenta resolver los problemas de empleo y mejorar la calidad de vida de los santafesinos”, aseguró Olivera.
El presidente de la Comisión de Presupuesto, Fabián Bastía (FPCyS-UCR) destacó la aprobación de un presupuesto que “es el que el gobernador (Omar Perotti) quiere, pero no votamos una serie de discrecionalidades, en acuerdo y consenso con un grupo de senadores. Discrecionalidades como tener libre disponibilidad de los fondos extrapresupuestarios, algo natural dada la subestimación de los recursos; la posibilidad de transferir partidas de capital a partidas de cuenta corriente, que hemos limitado al 40%; o de vender sin previa autorización bienes ociosos de la provincia. Tampoco aprobamos el endeudamiento en dólares que pidió el gobernador por 154 millones dada la compleja situación que estamos viviendo, aunque sí lo otorgamos por 12.500 millones de pesos, con especial atención para las obras de infraestructura y manteniendo el financiamiento a municipios y comunas”.
Por su parte, Clara García (FPCyS-Socialistas), añadió: “Nuestra actitud siempre ha sido la de una oposición responsable, entendemos la necesidad de contar con una ley de Presupuesto y por eso la aprobamos aún sin haber tenido un ministro de Gobierno con quien dialogar acerca de una cuestión central como esta, y con un ministro de Economía que no solo no concurrió a la Comisión de Presupuesto, como ha sido una tradición durante todos estos años, sino que no respondió pedidos de informe que presentamos para contar con datos adicionales y tampoco cumplió con la publicación de datos oficiales en tiempo y forma”.
Además, advirtió que “no está incluido el principio de ejecución de la deuda de coparticipación reconocida por la Corte cuando sí lo está en el presupuesto nacional. Tampoco figura la deuda con la Anses que debe cubrir el gobierno nacional”, detalló García.
Carlos del Frade (Frente Social y Popular-Ciudad Futura) fundamentó el voto negativo de su bloque al señalar que “hace seis años que escucho que se vota el presupuesto por responsabilidad institucional, cuando esto sería votar un presupuesto a favor de la gente y no resignarse ante el poder económico”.
Este “es un presupuesto de los 90 que no contempla las necesidades de los trabajadores. El presupuesto del Ministerio de Trabajo se va al descenso; tiene la misma cifra de los últimos seis años”, dijo. También cuestionó la partida asignada al área de género, “cuando esa Secretaría tiene un presupuesto de $600 millones, lo que significa 13 centavos de cada 100, y a la de ambiente, con $700 millones, 13 centavos de cada 100 cuando tenemos una provincia quemada de norte a sur, devastada en sus bosques”.
Nicolás Mayoraz (Somos Vida y Familia) expresó que “hubiera querido trabajar el sobre proyecto consensuado con el Senado e incorporarle propuestas para mejorarlo. Esperamos que el Ejecutivo pueda cumplirlo; ya no va a tener excusas porque este es su presupuesto”.
También marcó “la subestimación de ingresos, que genera una cuota de discrecionalidad en el manejo del presupuesto que preocupa porque no reduce el endeudamiento, sino que el Ejecutivo volvió a pedir autorización para endeudarse”.
El diputado Rubén Giustiniani (Igualdad) sostuvo que “este presupuesto no está a la altura de las circunstancias que vivimos”, y también cuestionó el hecho de “votar un texto que ingresó a esta Cámara hace cuatro días, sin haber siquiera citado a los actores sociales de la provincia. No se explica el apuro de tratar sobre tablas semejante ley, que además debería reflejar la terrible y dramática crisis que pasa nuestra provincia y la necesaria respuesta que debería darse desde el Estado”.
“Este no es el presupuesto de Covid, sino una respuesta tímida, insuficiente y conservadora ante los reclamos de todos los sectores que recibimos en esta Cámara, como los médicos y enfermeros para que se reconozcan sus salarios. También los trabajadores, la familias, los jardines, los comerciantes, los industriales pymes”, enumeró.
Oscar Martínez (Frente Renovador) dijo que aunque el tratamiento del presupuesto no se inició en la Cámara baja, como es costumbre, es un proyecto que lo «representa” por la “administración austera de los recursos del Estado” y “políticas como las de conectividad, boleto educativo gratuito, el aumento de las inversiones de capital; el Plan Incluir, que retoma lo que fue el Abre y va más allá e involucra a todos los municipios y comunas”.
A su turno, Amalia Granata (Somos Vida) señaló que su abstención apuntó a “asegurarle gobernabilidad a Perotti” y argumentó que el presupuesto oficial “no representa las ideas de nuestro espacio político. Los gastos superan a los recursos y plantear más endeudamiento para financiar al Estado en lugar de apostar al crecimiento privado y crear trabajo genuino; eso no nos representa en nada”.
Julián Galdeano (Juntos por el Cambio) recordó los anuncios realizados por el gobernador Perotti el 1° de Mayo ante la Legislatura, y advirtió que “muchos de esos anuncios no tienen anclaje en el presupuesto de 2021”, como el programa Santa Fe Conectada, Consejo Joven, el apoyo del Banco de Santa Fe en materia de tecnología, garantías para pymes”. También cuestionó la intención de “subcalcular recursos y forzar el del déficit para aumentar el pedido de endeudamiento y la discrecionalidad en el uso de las partidas, evitando los controles administrativos”.