La legisladora provincial del PRO, Ximena Sola, expresó su preocupación ante “la muy escasa convocatoria de jóvenes en la región de Rosario para trabajar en las instituciones del Servicio Penitenciario de Santa Fe”.
Según su parecer, “esto se debe al miedo que genera el poder que las bandas narco tienen en los penales del sur provincial, y la pésima gestión de Omar Perotti en todo lo referido a seguridad”.
“¿Qué chico de un barrio de Rosario va a querer anotarse para trabajar en las cárceles de su ciudad o de Piñero si saben que pueden llegar a ser vecinos de un narco y eso les puede costar la vida a ellos o a algún miembro de su familia?” se preguntó la diputada. Y prosiguió: “Esto genera un problema adicional que ya sucede en la Policía: vienen a trabajar en las cárceles y las reparticiones policiales de Rosario, jóvenes que no son de la ciudad o la región, y que (por más honestos que sean) no tienen la menor idea del territorio en el que deben tener una responsabilidad enorme”.
La inscripción para cubrir 600 cargos penitenciarios en la provincia de Santa Fe cerró recientemente, y según datos proporcionados por el gobierno provincial, solo el 8% de los inscriptos pertenecen a la ciudad de Rosario, con tan solo 12 aspirantes que presentaron la documentación mínima requerida. “Esto marca una vez más el fracaso de la gestión Perotti en materia de seguridad, que no tiene una sola buena acción para mostrar en todos estos años”, afirmó Sola.
“Nuestra preocupación está sustentada en estadísticas alarmantes: más del 70% de los delitos que ocurren en Rosario se originan desde el interior de las cárceles”, expresó la legisladora. Y a su vez dijo: “Además, no podemos perder de vista los bajos salarios y las pésimas condiciones de trabajo, elementos que dificultan aún más la atracción de aspirantes para cubrir vacantes en los centros penales del sur santafesino”.
En ese sentido, la diputada PRO razonó: “Es un hecho que la mayoría de los inscriptos provienen del norte de la provincia, lo que implicaría continuar con una política de sistema de traslados para que se puedan anexar a los complejos penitenciarios de Rosario, Coronda, o Piñero; este factor añade un mayor desgaste y reduce las oportunidades de descanso para los trabajadores, generando un escenario aún más complejo”.
Finalmente, Ximena Sola catalogó esta situación como un “problema urgente que requiere la atención inmediata de las autoridades”. Y concluyó: “Es fundamental implementar medidas efectivas para garantizar la seguridad y el bienestar de los trabajadores penitenciarios, así como también mejorar las condiciones laborales y de salarios. Además, se deben tomar acciones concretas para desmantelar las redes delictivas dentro de las cárceles y fortalecer el sistema penitenciario en su conjunto”.